¿Qué santos se celebran hoy, martes 10 de junio de 2025?

¿Qué santos se celebran hoy, martes 10 de junio de 2025? En la tradición de la iglesia católica, cada día del año está impregnado de un significado especial gracias al recuerdo y veneración de figuras que dejaron huella por su vida de fe, servicio y entrega. En este día en concreto, y entre los muchos santos que se celebran, destaca San Bogumilo de Gniezno, un eremita polaco cuya vida aún despierta debates entre los historiadores, y San Landerico de París, recordado por su acción caritativa en favor de los enfermos en pleno corazón de Francia.

Ambos vivieron en contextos muy distintos: mientras uno decidió abandonar su sede episcopal para abrazar la vida solitaria del desierto, el otro construyó uno de los hospitales más importantes de su época, dejando un legado visible incluso hoy. Sin embargo, los une una convicción firme: hacer de su vida un acto de servicio a los demás y buscar, por encima de todo, una conexión profunda con lo divino. En su memoria, recordamos no solo los hechos históricos que los rodearon, sino también los símbolos que aún perduran gracias a su entrega silenciosa y transformadora. A continuación, repasamos con más detalle la vida y legado de San Bogumilo de Gniezno y San Landerico de París, pero además, enumeramos también al resto de santos que se celebran en este día.

San Bogumilo de Gniezno

La figura de San Bogumilo de Gniezno es una de esas que parece surgir entre las brumas de la historia y la tradición. Nacido en Polonia, probablemente en el año 1116, se formó bajo el amparo de su tío, el arzobispo Giovanni, y completó sus estudios en París, una ciudad que ya por entonces era un centro cultural y espiritual de Europa. A su regreso, se ordenó sacerdote y llegó a ocupar altos cargos eclesiásticos hasta alcanzar el arzobispado de Gniezno, una de las sedes más importantes del país. Sin embargo, tras años de tensiones con la nobleza local, Bogumilo tomó una decisión radical: renunció a su cargo y se retiró a una ermita en Dobrowo.

Esta renuncia no fue un simple gesto simbólico. Bogumilo entregó sus bienes a comunidades cistercienses y a las aldeas cercanas, y se volcó en una vida de profunda austeridad y oración, inspirándose en la figura de San Romualdo y adoptando el hábito camaldulense. Allí murió el 10 de junio de 1182, según la tradición, consolado por una visión de la Virgen. Su tumba se convirtió en lugar de peregrinación y culto ya desde el siglo XV, y los objetos hallados en ella (como el cayado pastoral y el anillo episcopal) alimentaron la veneración popular.

Sin embargo, la historia oficial plantea varias incógnitas. Algunos cronistas y estudios posteriores cuestionan que realmente haya sido arzobispo de Gniezno, ya que no aparece en los registros de la época entre los obispos conocidos. Hay quienes creen que pudo ser confundido con otro personaje llamado Pedro, o incluso que en realidad fue un abad benedictino que llevó una vida eremítica y cuya figura fue engrandecida por la tradición con el paso del tiempo. Sea como fuere, lo cierto es que su culto fue aprobado por el papa Pío XI en 1925, y que su legado de entrega y contemplación sigue vivo, especialmente en Polonia.

San Landerico de París

Mucho más definida es la figura de San Landerico de París, también conocido como Landry. Fue obispo de la capital francesa hacia el año 650 y destacó no sólo por su papel eclesial sino, sobre todo, por su sensibilidad hacia los más desfavorecidos. En una época marcada por la pobreza y las enfermedades, Landerico comprendió que la caridad debía materializarse en acciones concretas, y fundó lo que hoy conocemos como el Hôtel-Dieu de París, uno de los hospitales más antiguos del mundo aún en funcionamiento.

Este centro, inicialmente dedicado a San Cristóbal, fue un verdadero refugio para los enfermos y marginados de la ciudad. La construcción de un hospital de tales dimensiones y propósito en pleno siglo VII fue una iniciativa sin precedentes que marcó un hito en la historia de la Iglesia y de la asistencia social. Además, Landerico participó activamente en la vida política y religiosa de su tiempo, firmando junto a otros 23 obispos la carta de privilegios otorgada por Clodoveo II a la abadía de Saint-Denis en 653.

Su memoria perdura no sólo en París, donde la iglesia de Saint-Landry conserva parte de sus reliquias, sino también en lugares lejanos como Opelousas, en Luisiana (Estados Unidos), donde se alza una estatua en su honor. San Landerico es recordado cada 10 de junio como símbolo de la Iglesia que actúa, que se involucra en los problemas reales de las personas, y que responde a las necesidades de su tiempo con creatividad, compasión y coraje.

Otros santos que se celebran el 10 de junio

Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos:

• San Asterio de Petra
• San Arecio mártir
• San Maurino abad
• San Trípodes mártir
• San Censurio de Auxerre
• Beato Juan Dominici
• Beato Eduardo Poppe
• San Bogumilo de Gniezno
• Beata Diana de Andaló
• Beato Enrique de Bolzano
• San Itamar de Rochester
• San Landerico de París
• San Amancio mártir
• Beato Tomás Green
• Beato Gualterio Pierson