Pekín está en alerta roja por contaminación por primera vez en su historia
Los más de 21 millones de personas que viven en Pekín miran al cielo esperando unas lluvias que alivien la alerta roja por contaminación que padece la ciudad. Por primera vez en su historia, la agencia oficial Xinhua ha anunciado esta medida para tratar de sobrellevar la situación.
Como medida extraordinaria se ha suspendido la construcción al aire libre, el proceso en las empresas más contaminantes y la reducción en un 30% de coches oficiales en las carreteras. Además, los medios de transporte privados sólo podrán circular en jornadas alternas y las autoridades del país aconsejan el cierre momentáneo de todos los centros educativos.
La Oficina Medioambiental de Pekín advirtió de que esta alerta roja permanecerá vigente desde el martes a las 07.00 horas hasta el jueves a las 12.00 del mediodía cuando, de confirmarse las previsiones, las precipitaciones en forma de lluvia podrían aliviar esta situación crítica.
Desde el pasado domingo, la ciudad ya vivía instalada en alerta naranja —previa a la roja— pero, debido al empeoramiento de los niveles de calidad del aire, finalmente se ha instaurado la peor de las advertencia en una escala de cuatro fases.
Niveles de polución muy peligrosos
El problema viene dado por la alta concentración por metro cúbico de la partícula PM 2,5, la más dañina para la salud. Una partícula cuya máxima recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 25 microgramos y que, durante los tres últimos, ha estado en torno a los 240, motivo por el que las autoridades chinas han decidido declarar la aleta roja por primera vez en su historia. Unas alertas, tanto la roja como la naranja, que según el reglamento deben de ser emitidas con al menos 24 horas antes de que la contaminación alcance esos niveles máximos.
Por primera vez en la historia
Desde que Pekín desarrollara el nivel de cuatro colores, es la primera vez que decreta esta alerta. En 2013, aún sin esta denominación, la capital llegó a alcanzar niveles de 900 microgramos de partículas PM 2,5 por metro cúbico de aire.
En 2014, la capital china emitió la alerta azul 11 veces, la amarilla cinco y la naranja dos. Un problema endémico que hoy tiene esta máxima advertencia justo cuando los ministros de Medio Ambiente en la cumbre del clima de París discutirán sobre un acuerdo mundial contra el calentamiento global.