Error judicial

Pasa 15 días en la cárcel «como un pringao» por el robo de un móvil que no cometió

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Prisión de Soto del Real. (Foto: EFE)
Pelayo Barro

Unas inesperadas ‘vacaciones’ en la prisión de Soto del Real. Quince días entre rejas por el robo de un móvil que nunca cometió. La pesadilla de este hombre de 31 años terminó cuando se sometió a una rueda de reconocimiento. «No es él» advirtió  la víctima del robo. Su abogado, además, demostró que el  día de autos estaba a 15 kilómetros de distancia. Un caso que reabre el debate sobre si los juzgados abusan de la prisión provisional.

Como defendió su abogado, ni había riesgo de fuga, ni de reiteración delictiva, ni de destrucción de pruebas. Sin embargo, una juez de los juzgados de Plaza Castilla determinó que M.F.L, de 31 años y nacionalidad española, debía ingresar en la cárcel por el supuesto robo de un teléfono móvil al conductor de un vehículo Cabify.

Los hechos se remontan al pasado 25 de octubre. Dos jóvenes se subieron en el barrio de Carabanchel a bordo de un Cabify que habían pedido a través de la aplicación.  Durante el trayecto, uno de los jóvenes pidió al conductor que le dejase su teléfono para realizar una breve llamada, a lo que accedió el profesional.  Sin embargo, para evitar un posible robo, bloqueó las puertas del vehículo.

Los dos individuos respondieron mostrándole un cuchillo, por lo que decidió permitirles salir del vehículo y huir con el teléfono y los 150 euros que llevaba guardados el denunciante en la funda del móvil.

Tras denunciar los hechos, se detectó que el servicio Cabify había sido solicitado desde el número de teléfono móvil de M.F.L., por lo que fue detenido. Pese a negar cualquier implicación en los hechos, fue enviado a prisión provisional sin fianza a una de las 174 celdas de Soto del Real.

Allí permaneció hasta que, por gestiones de su abogado Juan Gonzalo Ospina Serrano, de la firma Ospina Abogados, M.F.L. fue sometido 14 días después a una rueda de reconocimiento con el conductor que sufrió el robo. La conclusión de la víctima fue demoledora: «no es él».

El hombre fue puesto en libertad tras 15 días entre rejas, «como un pringao», por un delito que no había cometido. De hecho, su abogado demostró con la geolocalización de su verdadero teléfono -cuyo número desconocen cómo acabó en una aplicación de los ladrones- que se encontraba a 15 kilómetros de distancia del lugar de los hechos.

“Por desgracia algunos juzgados abusan de la prisión provisional, posiblemente habría que acotar y restringir más su uso para circunstancias como refiere el Constitucional excepcionalísimas, ¿quién le devolverá al cliente sus 15 días en prisión?» advierte su abogado, Juan Ospina.

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