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Ni Sancti Petri ni Conil: este es el increíble lugar de Cádiz dónde Ana Rosa Quintana desconecta en verano

Ana Rosa Quintana es la reina de la mañanas de la televisión y necesita descansar

La emblemática periodista se marcha cada verano al sur de España para disfrutar de los suyos

Ana Rosa Quintana vive en Madrid, en una zona tranquila y cercana a las instalaciones de Mediaset

Mientras sigue liderando las mañanas televisivas con firmeza, Ana Rosa Quintana también se reserva un espacio del año para desaparecer del ruido mediático. Su destino estival no es ni Conil ni Sancti Petri, como muchos suponen al hablar de la costa gaditana, sino un enclave aún más reservado, donde la buena gastronomía y la calma son norma: Sotogrande. La reina de la pequeña pantalla necesita descansar. Muy pronto volverá con fuerza, pero mientras tiene una oportunidad perfecta para disfrutar de Andalucía.

Sotogrande, ubicado dentro del término municipal de San Roque, en la provincia de Cádiz, se ha convertido en su santuario particular desde hace más de dos décadas. Allí, la presentadora encuentra cada verano el equilibrio entre el descanso absoluto, la naturaleza y una vida social medidamente activa. No es un pueblo convencional, sino una urbanización de alto nivel donde el mar, los pinares y el campo de golf se entrelazan para conformar un paisaje sereno, casi cinematográfico. A lo largo de los años, la dama de la comunicación ha consolidado allí un estilo de vida vacacional que nada tiene que ver con el bullicio del resto del año.

Ese escenario privilegiado le permite relajarse y mantenerse informada. Ana Rosa ha confesado en más de una ocasión que, aunque esté de vacaciones, no deja de seguir la actualidad. Su vínculo con la información es tan profundo que no duda en regresar a Madrid si un acontecimiento político o social lo requiere.

Sotogrande se llena de estrellas

Ana Rosa Quintana presentando su programa. (Foto: Gtres)

Aunque mantiene un perfil bajo durante el verano, Ana Rosa no está sola en su predilección por Sotogrande. Numerosos rostros conocidos eligen este destino precisamente por su discreción y elegancia. Entre sus veraneantes habituales se encuentran miembros de la realeza, como Sarah Ferguson, y nombres conocidos del panorama social y mediático español, entre ellos Tamara Falcó o Froilán.

A diferencia de otros destinos costeros más saturados, Sotogrande ofrece un entorno casi privado donde las celebridades pueden disfrutar sin ser objeto constante de cámaras ni miradas indiscretas. Esa atmósfera protegida ha sido una de las razones por las que Ana Rosa, año tras año, repite su estancia en este rincón gaditano. Además del clima y la tranquilidad, otro atractivo irresistible del lugar es su gastronomía. La presentadora no renuncia a los placeres de la cocina andaluza, y en más de una ocasión ha elogiado el sabor del atún encebollado, la caballa con piriñaca o el tradicional pescaíto frito que ofrecen los chiringuitos más auténticos de la zona. Esa conexión con lo local, lejos de grandes lujos innecesarios, forma parte del encanto.

Un rincón perfecto para el verano

En Sotogrande, el verano transcurre entre torneos de polo, partidos de golf y eventos náuticos. Aunque Ana Rosa no practica ninguno de estos deportes de forma habitual, no es raro verla como espectadora de los partidos que se celebran en el Santa María Polo Club, uno de los más reputados de Europa. Allí disfruta del ambiente, de los encuentros sociales y del aire libre, aunque reconoce que aún no se sabe bien las reglas del juego.

Ese entorno deportivo, combinado con la serenidad que reina en la urbanización, ofrece una rutina radicalmente opuesta a su vida laboral en Madrid. Las tardes se alargan entre paseos, lecturas y encuentros con amigos, mientras el sol cae sobre las marismas que rodean la zona. Todo ello, sin perder de vista lo que sucede en el mundo, porque, aunque esté de vacaciones, Ana Rosa nunca desconecta del todo de la actualidad.

En más de una entrevista, ha subrayado que para ella el verano no es una pausa completa, sino una oportunidad para replantearse cosas, organizar proyectos y descansar sin dejar de observar lo que ocurre. En su lista de prioridades para estos meses figura dormir más, hacer tareas pendientes y reflexionar sobre los siguientes pasos, tanto personales como profesionales.

Una conexión especial

El vínculo entre Ana Rosa Quintana y Sotogrande no es nuevo. Se remonta, como ella misma comentó en una entrevista en 2016, a los años 90. Desde entonces, ha regresado cada temporada con el mismo entusiasmo. En esa ocasión, mientras atendía a los medios en el club de polo, aseguraba que cada año el lugar era más bonito y que nunca se cansaba de volver.

Han pasado casi diez años desde aquellas palabras, pero su relación con este enclave parece aún más consolidada. Cada verano se convierte para ella en una suerte de ritual, una conexión con su yo más íntimo lejos del plató, sin horarios marcados ni guiones. El único guion es el del mar, el viento de levante y la necesidad humana de parar.

Ana Rosa Quintana no ha elegido Sotogrande por casualidad. Representa ese difícil equilibrio entre la pasión por su profesión y la necesidad de silencio. A diferencia de otros lugares de veraneo más ruidosos o masificados, este rincón de Cádiz ofrece exactamente lo que busca: anonimato, seguridad, belleza y una comunidad donde todos respetan el espacio del otro.