El misterio del consumo del coche en verano. El debate del aire acondicionado o ventanillas bajadas, resuelto

La Dirección General de Tráfico (DGT) alerta de que al conducir con una temperatura de 35 grados se dejan de ver entre el 10% y el 20% de las señales. Lo ideal es mantener una temperatura constante de entre 21 y 23 grados en el vehículo para garantizar el bienestar tanto del conductor como del resto de pasajeros. Ahora bien, para alcanzar esa temperatura, ¿es mejor bajar las ventanillas o poner en marcha el aire acondicionado en el coche en verano?

Responder a esta cuestión no es sencillo, ya que existen un amplio abanico de parámetros que hacen cada método más o menos favorable. Como resulta lógico, con el avance de la tecnología los equipos de climatización cada vez restan menos potencia al motor, pero aun así en algunos casos es mejor bajar las ventanillas y dejar que corra el aire en el interior del habitáculo.

¿Cómo enfriar el coche en verano?

En realidad, los expertos recomiendan combinar ambos métodos. Según diferentes estudios realizados al respecto, poner en marcha el aire acondicionado es más favorable a partir de 70 kilómetros por hora. Por debajo de esa velocidad, es más beneficioso bajar las ventanillas desde un punto de vista económico. Teniendo esto en cuenta, no es necesario encender el aire acondicionado cuando se circula por ciudad.

Si al entrar al coche la temperatura es demasiado alta, existe un truco muy sencillo para enfriarlo rápidamente. Baja la ventanilla del copiloto y pasa a abrir y cerrar repetidamente la puerta del conductor. Repite este proceso durante unos minutos y conseguirás reducir la temperatura interior del vehículo varios grados.

Aunque no existe una norma universal para todos los vehículos porque cada uno tiene una superficie acristalada, una aerodinámica y unos componentes electrónicos y mecánicos diferentes, también hay que considerar que el modo de uso del aire acondicionado tiene un impacto directo en el consumo de combustible.

«El calor excesivo hace mella sobre el conductor: aumenta la fatiga y disminuye los reflejos, de forma que tarda más tiempo en reaccionar y se cometen más errores. Según algunos estudios, con altas temperaturas, el riesgo de accidente aumenta hasta un 20%. Además, con calor vemos peor. Cuando conducimos con 35ºC dejamos de ver entre el 10% y el 20% de las señales de tráfico. Asimismo, el calor excesivo puede aumentar también la agresividad y el nerviosismo al volante», alerta la DGT.

En definitiva, ya sea bajando las ventanillas o encendiendo el aire acondicionado, es esencial que la temperatura del coche en verano sea la adecuada.