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La historia de Ion Aramendi, el presentador de ‘Reacción en cadena’ que acabó en Australia por desamor

Reacción en cadena Ion Aramendi
La historia de Ion Aramendi, el presentador de 'Reacción en cadena' que acabó en Australia por desamor
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Ion Aramendi es el presentador de ‘Reacción en cadena’ que acabó en Australia por desamor, una historia que ha coronado a este presentador. Este guipuzcoano ha asumido el difícil reto de dirigir ‘Reacción en cadena’ el programa que competirá directamente con Pasapalabra. Un reto que solo un hombre con una trayectoria como Ion Aramendi se puede permitir. Ese hombre ha tenido una vida de lo más intensa cargada de emociones que se ha encargado de relatar, incluido un viaje a Australia para poner tierra de por medio ante un desamor.

Así es Ion Aramendi, presentador de Reacción en Cadena

‘Reacción en cadena’ es el nuevo formato de éxito de Mediaset, al frente se encuentra Ion Aramendi, un presentador que ha tenido una trayectoria plagada de emociones. Periodista nato a los 14 años le regalaron su primera vídeo cámara con la que hacía cortos y consiguió descubrir su vocación.

Estudiante de 10, pese a ser un poco trasto, podría haberse dedicado a cualquier cosa. En sus días de adolescencia y de amores cargados de emociones, como a casi todo el mundo, sufrió al rompérsele el corazón. Un desamor que lo llevaría a la otra punta del mundo, Australia sería el lugar que recibiría a este hombre.

Tal como el mimo explica: “Fue fruto de una situación personal, concretamente sentimental. Yo vivía en Bilbao y tenía una pareja con la que además trabajaba en su empresa familiar, la ruptura fue bastante dramática y tomé la decisión de dejarlo todo y empezar de cero”. Se fue a Australia donde tenía un amigo con 500 dólares en el bolsillo.

Allí además de perfeccionar el inglés: “Gracias a un amigo que me hice allí, al mes de llegar empecé a trabajar haciendo cafés en un restaurante y eso me sirvió para mantenerme un año. Ahí renací un poco después de una época muy complicada. Ya curado anímicamente, me volví a España”.

Además de poner tierra de por medio y de curar su corazón, gracias a este país descubrió su deporte favorito, el surf. Un deporte que según dice en una entrevista a ‘El español’: “Compartía casa con un alemán que se compró una tabla y un traje de neopreno, un día se lo pedí prestado y empecé a entrar solo en el mar, de manera totalmente autodidacta empecé a aprender. Me picó el gusanillo y me flipó. Cuando volví de Australia, después de pasar un tiempo en Madrid, me instalé en Donosti para trabajar en la ETB y lo retomé. Me hice hasta una tabla a medida.”

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