Duras criticas hacia Alejandra Rubio y Carlo Costanzia: vacaciones de lujo y no llegan a final de mes

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia han regresado al centro de la polémica. La joven pareja ha disfrutado de unas lujosas vacaciones este verano, visitando algunos de los destinos más exclusivos de España. Desde las playas de Ibiza hasta las callejuelas históricas de Sevilla, pasando por Pedraza en Segovia y El Rompido en Huelva, han dejado constancia de su recorrido a través de las redes sociales, compartiendo imágenes y vídeos de sus aventuras. El problema es que hace unas semanas Carlo dijo que tenia problemas económicos, por eso hay gente que no entiende sus cuentas.

La hija de Terelu también ha querido pasar tiempo en Málaga, ciudad que su abuela adoraba. En estas tierras, Alejandra y Carlo han disfrutado de momentos familiares, lo que les ha permitido relajarse y conectarse con las raíces de la familia Campos. Un último destino que añadieron a su lista fue A Coruña, en Galicia, donde Rubio no dudó en mostrar su barriga de embarazada en un emotivo vídeo, revelando así su ilusión por la llegada de su bebé.

Sin embargo, la ostentación de su estilo de vida ha provocado una ola de críticas hacia la pareja. Muchos se preguntan cómo es posible que puedan permitirse un verano tan costoso, especialmente cuando Carlo ha confesado en más de una ocasión que «no llega a fin de mes». Este contraste ha despertado la indignación de algunos seguidores, quienes consideran que la pareja vive por encima de sus posibilidades.

Alejandra Rubio quiere ser influencer

La periodista Pilar Vidal, durante su intervención en el programa ‘Espejo Público’, ofreció una explicación a este dilema. Según la colaboradora, Alejandra y Carlo han encontrado en las redes sociales una fuente de ingresos significativa. Aprovechando su popularidad y el gran número de seguidores que tienen, han logrado monetizar su presencia digital. A través de colaboraciones con marcas de moda, tecnología y turismo, la pareja recibe ingresos considerables, lo que les permite financiar sus lujosas escapadas sin tener que depender de la pequeña pantalla.

 

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Fue Alejandra la primera en reconocer que quería alejarse del mundo del corazón para empezar una nueva aventura. Su objetivo es ser influencer y dejar atrás su faceta de colaboradora. Tanto ella como su novio han demostrado ser astutos a la hora de negociar sus contratos publicitarios. Pilar Vidal, íntima amiga de la familia Campos, destacó que no solo reciben productos gratuitos, también obtienen compensación económica por promocionar estas marcas. Este tipo de ingresos ha sido clave para que puedan disfrutar de un verano lleno de lujos y comodidades.

La familia Campos respalda a Alejandra

El clan Campos juega un papel importante en su estilo de vida. La estancia de Alejandra Rubio en Málaga, por ejemplo, corrió a cuenta de Terelu porque se alojó en la vivienda familiar. Además, disfrutar de las comodidades de su hogar familiar les permitió pasar tiempo con seres queridos sin incurrir en gastos adicionales. Esta combinación de apoyo familiar y oportunidades de negocio ha permitido que Alejandra y Carlo puedan vivir una vida de lujo.

A pesar de las críticas, Alejandra y Carlo parecen decididos a seguir disfrutando de su vida y de las oportunidades que se les presentan. La gestión de su imagen pública y su capacidad para atraer la atención de las marcas les ha permitido establecerse como figuras influyentes en las redes sociales. Para ellos, la fama es una cuestión de popularidad, pero también una herramienta para generar ingresos.

A medida que Alejandra se prepara para la llegada de su primer hijo, es probable que su presencia en las redes sociales y su influencia sigan creciendo. La joven pareja parece tener claro que la clave está en saber equilibrar su vida personal con sus compromisos profesionales. De esta manera, pueden continuar disfrutando de las oportunidades que les brinda su fama, mientras construyen una vida juntos.

Alejandra Rubio quiere proteger a su hijo

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia han logrado encontrar un equilibrio entre el lujo y la realidad cotidiana, utilizando su fama para asegurar un estilo de vida cómodo. Aunque los ataques son inevitables, la pareja sigue adelante, demostrando que saben cómo aprovechar las oportunidades que les plantea Instagram. Eso sí, Rubio ha trazado sus propias líneas rojas.

La creadora de contenido asegura que en ningún momento va a sacar a su hijo. Como mucho mostrará una foto de espaldas, pero bajo ningún concepto pretende enseñar la cara porque considera que lo mejor para todos es que sea una persona anónima. Lo primordial para ella es la felicidad del pequeño, después vendrá todo lo demás.