El drama de este ganadero de Soria: «Los animales se mueren y nadie me da una solución»
Un pastor trashumante de Soria está sufriendo el enquiste de la burocracia estatal. Eduardo del Rincón, así se llama, ha denunciado a través de un video publicado en las redes sociales que la administración pública no le deja pastorear debido a los vetos relativos a la viruela ovina. El ganadero ha dicho que lleva desde noviembre de 2022 cuidando de sus ovejas en el mismo terreno y que los piensos para mantener a los animales le están arruinando. «Me voy a retirar arruinado. En el plazo de 20 días como no tenga una solución las llevo al matadero porque no puedo aguantar más», ha dicho el pastor.
Eduardo del Rincón es uno de los dos últimos trashumantes de Soria. Tiene 66 años y su ilusión era hacer una última trashumancia este año en camión con sus dos hijos y el resto de su familia soriana. En 20 días tendrá que sacrificar todas sus ovejas y el trabajo de toda una vida. pic.twitter.com/Pf6EVOnqOJ
— David Ortega (@Daviddcoba) June 5, 2023
«Que nos dejen ir a nuestras tierras y el ganado es como los pájaros, cuando llega su tiempo tiene que emigrar. Aquí no se puede tener nada retenido. Y si ustedes nos quieren tener aquí retenidos que nos paguen el alimento del ganado», ha reclamado el ganadero.
No sólo no puede despedirse de los suyos en Los Campos (Soria), sino que las ovejas están famélicas y con los últimos meses de sequía y la inmovilización del ganado, Eduardo está arruinado. Tiene un hijo de 20 años que estaba pensando seguir, pero después de esto es imposible. pic.twitter.com/N3TUjOlnp8
— David Ortega (@Daviddcoba) June 5, 2023
Cabe decir que, según el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la viruela ovina y caprina es una enfermedad infecto-contagiosa producida por un virus ADN, perteneciente al género Capripoxvirus dentro de la familia Poxviridae. Produce un cuadro clínico en ganado ovino y caprino caracterizado por la aparición de fiebre, nódulos y pápulas generalizadas, raramente vesículas, lesiones internas particularmente en pulmones y, finalmente, la muerte.
Esta enfermedad ha afectado ya a varias explotaciones ganaderas en Castilla-La Mancha. Concretamente en Ciudad Real y Cuenca donde ha habido ganaderos que han tenido que sacrificar hasta a 20.000 animales. El primer foco conocido en la Península Ibérica se encontró en Granada, desde allí se extendió al norte a través de la comunidad castellanomanchega.