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Tahini: te descubrimos el alimento con muchas propiedades y que no comes

Cada vez son más los alimentos e ingredientes de Oriente Medio que usamos en la cocina, una de las ventajas de la globalización. Gracias a este proceso de acercamiento entre culturas, hemos descubierto qué es el tahini y muchos ya lo utilizamos a diario. Incluso, podemos encontrarlo en varias de las principales tiendas y supermercados conocidos.

Es de destacar que su único ingrediente es la semilla de sésamo así que deberías darle una oportunidad en tus recetas. Pero, ¿cuáles son las propiedades y beneficios del tahini y cómo puedes prepararlo?

¿Por qué consumir tahini regularmente?

Hablamos de una pasta lograda a partir de semillas de sésamo molidas, también llamada ajonjolí y popular en la gastronomía asiática. En algunas ocasiones, especialmente en occidente, se mezcla con legumbres a las que estamos más acostumbrados.

La semilla de sésamo es una fuente natural de minerales como el zinc, el calcio, el fósforo, el potasio y el magnesio, y también uno de los mejores alimentos para incorporar al organismo proteína vegetal y vitaminas del grupo B, esenciales para el sistema nervioso.

Al estar libre de aditivos y no contener lactosa ni gluten, es apto para la dieta de todas las personas sin distinción alguna. Recomendado para acompañar vegetales crudos o cocidos o para untar tostadas en el desayuno, ciertas variedades de tahini contemplan un pequeño porcentaje de aceite de oliva en su elaboración. Si vas a hacerlo casero, te aconsejamos que lo añadas.

Propiedades del alimento

Esta pasta es rica en ácidos grasos esenciales como el Omega 6 y el Omega 9 y ofrece gran cantidad de energía al cuerpo humano. Sin embargo, los que están intentando bajar de peso deberían controlar su ingesta o asegurarse de aprovechar esa energía.

A pesar de no ser tan conocido como otros, una sola cucharada de tahini supone mayor cantidad de calcio que un vaso de leche. Justamente por eso, se aconseja introducirlo en la alimentación de los niños y de quienes tienen carencia de este mineral específico.

¿Cómo hacer tahini casero?

Todo lo que necesitas son 200 gramos de semillas de sésamo y una cucharada generosa de aceite de sésamo, de oliva o de girasol. Distribuye las semillas en una sartén limpia y ponlas a tostar a fuego medio/alto, moviendo constantemente para que no se quemen.

Una vez que el aroma a semillas tostadas se apodere del ambiente, tritúralas con una máquina y añade poco a poco el aceite. Conseguirás una pasta espesa ideal para untar sobre los alimentos. Si le agregas más aceite, quedará una pasta más ligera.