Naturaleza
Especies invasoras

Un pescador de Valladolid captura un enorme ejemplar de esta especie invasora, pero pide que no se le mate

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

En Castilla y León, un pescador capturó un ejemplar enorme de una especie invasora que suele ser eliminada según la ley. Pero él pidió algo distinto: que no se mate a estos peces en ciertas zonas, ya que podrían ayudar a controlar otras especies más problemáticas.

Esta petición ha abierto un debate sobre cómo manejar mejor estas especies en los ríos españoles y si es posible buscar un equilibrio entre conservación y control.

Captura excepcional de esta especie invasora en Valladolid

Sergio Rodríguez Mata, un pescador de Valladolid con una amplia trayectoria, logró atrapar un ejemplar de lucio que rozó los 14 kilos y superó el metro de longitud.

A pesar de la magnitud del pez, Rodríguez Mata admite en El Norte de Castilla haber pescado antes ejemplares mayores, aunque remarca la dificultad creciente para capturar individuos que superen los 10 kilos en esta especie.

La lucha para capturar al pez se prolongó unos siete u ocho minutos, haciendo uso de técnicas como el anzuelo tipo ‘Jig’ y señuelos artificiales conocidos como vinilos, una modalidad que requiere gran pericia por la astucia del depredador.

Además, el pescador condena prácticas ilegales como el uso de cebos vivos, que, aunque son efectivas, resultan perjudiciales para el ecosistema y la pesca deportiva responsable.

Impacto ecológico y características del lucio, una especie invasora en España

Tal y como informa el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, el lucio (Esox lucius) fue introducido en España desde Francia en 1949 con fines recreativos. Desde entonces, su presencia se ha extendido a través de colonizaciones naturales y traslados no autorizados, estableciéndose en las principales cuencas hidrográficas como el Duero, Ebro, Tajo y Guadalquivir.

Su proliferación ha generado preocupación por su efecto devastador sobre especies autóctonas. Su dieta se transforma desde invertebrados juveniles hasta peces de tamaño considerable, incluyendo anfibios, reptiles y ocasionalmente aves, provocando declives notables en poblaciones nativas como las del género Squalius.

Por otra parte, puede portar parásitos que representan riesgos para la salud humana, como Diphyllobothrium latum.

Normativa española sobre lucio y propuestas para un control sostenible de la especie

La normativa española, reflejada en el Real Decreto 630/2013, establece la obligación de sacrificar a estos ejemplares tras su captura, una medida aplicada por la mayoría de comunidades autónomas para controlar su expansión.

Sin embargo, Rodríguez Mata sugiere un enfoque distinto: considera que en ciertas áreas del río, sobre todo en zonas bajas, el lucio no atenta contra las especies locales y podría, incluso, desempeñar un papel positivo al ayudar a controlar otras especies invasoras más dañinas, como el siluro.

De hecho, este pescador, reconocido por haber capturado el siluro más grande registrado en España, sostiene que el lucio es uno de los pocos peces capaces de reducir poblaciones juveniles de siluro, aportando así un valioso equilibrio biológico.

Esta especie alcanza la madurez sexual alrededor de los dos o tres años, con un tamaño aproximado de 30 centímetros, y se reproduce en invierno y principios de primavera en aguas poco profundas y con vegetación densa. Puede vivir hasta tres décadas y superar los 25 kilos.

Para mitigar su impacto, las autoridades y expertos proponen campañas de sensibilización dirigidas a pescadores para evitar translocaciones y fomentar la cooperación en su control.