Mónica García aviva la huelga médica: acusa a los sindicatos de «filtrar» la reforma laboral
La ministra, que pide ahora "esperar al texto definitivo", parece olvidar que el problema no es la filtración, sino el contenido de la reforma


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En un nuevo intento por desviar la atención del creciente malestar en el sector sanitario, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha decidido cargar contra los sindicatos, acusándolos de haber filtrado el borrador del nuevo Estatuto Marco que ha desatado una ola de críticas entre los profesionales médicos. Así, la ministra ha enfatizado que «cuando lo presentamos y se filtró lamentablemente por una organización sindical, obviamente era el embrión», ha señalado para salir al paso de su nefasta gestión.
En este sentido, en lugar de asumir responsabilidades por un texto que ha encendido todas las alarmas en el colectivo sanitario, García opta por señalar a quienes denuncian la precariedad y el retroceso en derechos laborales. La ministra, que pide ahora «esperar al texto definitivo», parece olvidar que el problema no es la filtración, sino el contenido de una reforma que amenaza con profundizar aún más la crisis de la sanidad pública.
La ministra ha insistido en que el Ministerio está dialogando con todas las fuerzas sindicales para que el nuevo Estatuto se convierta en la piedra angular que regule y mejore las condiciones laborales del personal sanitario.
Entre las principales críticas de los sindicatos a la reforma laboral, destacan la ambigüedad en la limitación de las guardias. Para las organizaciones médicas, el texto no sólo no resuelve los problemas estructurales del sistema, sino que abre la puerta a más precariedad.
Ataque a la profesión
«Es un ataque directo a la profesión, ya que deja completamente desasistido al médico con las propuestas que se hacen respecto a jornada laboral, reclasificación profesional y el régimen de incompatibilidad, cuestiones que, en el caso de las dos primeras, durante el largo proceso de reuniones de trabajo para debatir y recoger aportaciones de los representantes sindicales, se han dejado de lado sin ser sometidas a ningún tipo de negociación».
Por ello, en contra de la sentencia de la ministra que asegura que no tendrán regulación propia, los médicos exigen «una norma específica» que recoja «una nueva clasificación profesional» que tenga en cuenta el mayor número de horas formativas y la mayor responsabilidad y cualificación, y que esto implique, «un incremento retributivo y una diferenciación de los titulados de grado MECES II».
Así, «escapa a la lógica», aseguran «que una clasificación como la que se plantea no suponga cambios retributivos o lo haga sólo para algunas categorías. La reclasificación debe implicar aumentos retributivos que sirvan de base para equiparar nuestros salarios con los del resto de países del entorno europeo para fidelizar al colectivo médico».
La filtración de la ministra
Además, el gesto de la ministra al señalar a los sindicatos por la filtración del documento ha sido recibido como un ataque directo a la representación de los profesionales sanitarios. «En lugar de buscar aliados para construir un marco más justo, la ministra busca culpables. Eso no es liderazgo, es debilidad política», critican desde la mesa sectorial.
Mientras crece el malestar en hospitales y centros de salud, y con una huelga médica en el horizonte, las palabras de Mónica García pidiendo «esperar a la fase 4» del Estatuto no bastan para calmar los ánimos. Desde el ámbito sindical, el mensaje es claro: «No queremos placebos, queremos soluciones reales y escuchadas desde el primer borrador».