Un minuto de estrés intenso puede provocar la caída del sistema inmunitario durante seis horas

Algunos estudios sugieren que después de un evento estresante agudo, la función inmunitaria puede verse afectada durante varias horas

estrés sistema inmune
Consecuencias del estrés en el sistema inmune.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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La afirmación de que un minuto de estrés intenso provoca una caída del sistema inmunitario de seis horas es una simplificación de los efectos reales del estrés en el sistema inmunitario. Si bien el estrés, especialmente el estrés intenso y prolongado, puede afectar negativamente la función inmunitaria, indicando lo peligroso que es para nuestro organismo una situación continuada.

El estrés activa el sistema de respuesta del cuerpo, que incluye la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas preparan al cuerpo para una respuesta de lucha o huida, lo cual es útil en situaciones de emergencia. Sin embargo, el cortisol también tiene un efecto inmunosupresor, lo que significa que puede reducir temporalmente la eficacia del sistema inmunitario.

Por otra parte, en cuanto al estrés agudo y crónico: el estrés agudo, como el experimentado durante un breve episodio intenso, puede tener un impacto temporal en el sistema inmunitario. Algunos estudios sugieren que después de un evento estresante agudo, la función inmunitaria puede verse afectada durante varias horas. Por ejemplo, la actividad de las células natural killer (NK), que son cruciales para combatir infecciones, puede disminuir después de un evento de estrés agudo.

Duración del Impacto: la duración del impacto del estrés en el sistema inmunitario depende de la duración e intensidad del estrés, así como de la resiliencia individual y otros factores. Mientras que el estrés agudo puede tener efectos temporales, el estrés crónico tiene un impacto mucho más significativo y duradero en la salud inmunitaria.

Simplificación de la Relación: la afirmación de «un minuto de estrés provoca seis horas de inmunosupresión» es una generalización. La investigación muestra que el estrés puede afectar el sistema inmunitario, pero se estudia la equivalencia directa y específica entre la duración de un episodio de estrés y el tiempo exacto de supresión inmunitaria.

El estrés, especialmente si es intenso o prolongado, puede debilitar la respuesta inmunitaria durante un tiempo que varía según la persona y la situación y predispone a enfermedades tan serias como enfermedades autoinmunes o cáncer. Otras patologías que se podrían desarrollar con el tiempo sería la depresión, trastornos en la tensión arterial, metabolismo, digestivos, entre otros muchos.

Combatir el estrés y mejorar la salud

¿Te enoja y te pone de mal humor el estrés? Los antiestrés pueden ayudarte a devolver la calma y la paz a tu ajetreada vida. No tienes que dedicar mucho tiempo a pensar en los calmantes para el estrés. Si tu estrés se está descontrolando y necesitas un alivio rápido, prueba uno de estos consejos:

Deporte
Casi cualquier forma de actividad física puede servir para aliviar el estrés. Aunque no seas deportista o no estés en forma, el ejercicio puede ser una buena forma de aliviar el estrés. La actividad física puede aumentar las endorfinas que te hacen sentir bien y otras sustancias químicas neuronales naturales que aumentan tu sensación de bienestar. El ejercicio también puede volver a centrar tu mente en los movimientos de tu cuerpo.

Dieta saludable
Llevar una alimentación saludable es una parte importante del cuidado de uno mismo. Intenta comer mucha fruta, verdura y granos o cereales integrales.

Medita
Durante la meditación, centras la atención y acallas la corriente de pensamientos confusos que pueden estar atestando la mente y causando estrés. La meditación puede proporcionarte una sensación de calma, paz y equilibrio que puede ayudarte tanto en tu bienestar emocional como en tu salud en general.

Reír más
Un buen sentido del humor no puede curar todas las dolencias. Pero puede ayudarte a sentirte mejor, aunque tengas que forzar una risa falsa a pesar de tu malhumor. Cuando te ríes, aligeras tu carga mental. También causa cambios físicos positivos en el cuerpo. La risa activa, y después calma la respuesta al estrés.

Hazte valer
Quizá quieras hacerlo todo, pero no puedes, al menos no sin pagar un precio. Aprender a decir que no o estar dispuesto a delegar puede ayudarte a gestionar tu lista de tareas pendientes y estrés. Los límites saludables son importantes en un plan de bienestar. Todo el mundo tiene límites físicos y emocionales.

Duerme lo suficiente
El estrés puede ocasionar problemas para conciliar el sueño. Cuando tienes demasiado que hacer y demasiadas cosas en que pensar, el sueño puede verse afectado. Pero el sueño es el momento en que el cerebro y el cuerpo se recargan. La mayoría de los adultos necesitan dormir entre siete y nueve horas cada noche.

Enciende la música 
Escuchar o reproducir música es un buen remedio contra el estrés. Puede proporcionar una distracción mental, disminuir la tensión muscular y reducir las hormonas del estrés. Sube el volumen y deja que la música absorba tu mente.

Busca asesoramiento
Si nuevos factores estresantes hacen difícil para ti afrontar las situaciones o si las medidas de cuidado personal no te alivian el estrés, quizá desees considerar terapia o asesoramiento psicológico. La terapia también puede ser una buena idea si te sientes abrumado o atrapado. También puedes pensar en la terapia si te preocupas mucho, o si tienes problemas para llevar a cabo las rutinas diarias o cumplir con tus obligaciones en el trabajo, en casa o en la escuela.

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