Miguel Bernal: «Prevenir la violencia obstétrica implica respetar los deseos de la mujer y hacerla partícipe de su propio parto»

Dar a luz es un hito vital, un desafío físico y emocional para toda mujer que marca el inicio de su maternidad. Sin embargo, no en todos los casos se trata de un inicio feliz.  Según diversos estudios, en torno a un 40% de mujeres identifica haber sufrido violencia obstétrica y más del 35% reconoce haber necesitado terapia psicológica para superar los malos recuerdos o secuelas de su parto. De causas y soluciones hemos hablado sin tapujos con el coordinador de la Unidad de Matronas del Hospital Quirónsalud San José, Miguel Bernal, donde trabajan bajo una premisa clara: “Conseguir que nuestras pacientes tengan la mejor experiencia de parto posible”.

Vaginal o por cesárea. Natural o inducido. Medicalizado, en el agua, vertical… No existe una única forma correcta de dar a luz, sino alternativas diferentes más o menos adecuadas y seguras según las circunstancias. Y encontrar el equilibrio entre los deseos de la madre y la seguridad, tanto para ella como para el nonato, no siempre es fácil.

En este panorama complejo, la figura del matrón o matrona emerge como un pilar fundamental. Son profesionales expertos en el cuidado de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio. Brindan información, apoyo emocional y físico, y son defensores de los derechos de las mujeres en el proceso de nacimiento.

En opinión de Miguel Bernal, experto matrón con más de 20 años de experiencia, las demandas y expectativas de las mujeres respecto al parto han ido evolucionando. Actualmente, nos encontramos con partos que, en su gran mayoría, son “un proceso de pareja, en los que nos encontramos parejas informadas y con una alta demanda de personalización, lo que supone un reto para nosotros. Junto a ello la tendencia general es un parto mucho más seguro, individualizado, con mayor control y seguridad. Con acompañamiento continuo y respetando todos los deseos de la mujer”.

El parto respetado: un derecho y no una moda

Bernal defiende el equilibrio entre los deseos de la gestante y la buena práctica clínica, lo que tanto para él como para su equipo define la esencia de un parto respetado: “desechando prácticas obsoletas, respaldando todo nuestro trabajo con la mayor evidencia clínica posible y colaborando con el resto de los profesionales de la salud como obstetras, neonatólogos, enfermería o TCAES (enfermería), para conseguir que nuestras pacientes tengan la mejor experiencia de parto posible”.

Lejos de ser una moda, se trata de un enfoque que sitúa a la mujer y a su bebé en el centro de la experiencia del nacimiento. Implica respetar sus tiempos fisiológicos, sus decisiones informadas y su intimidad, minimizando las intervenciones innecesarias, coercitivas, y promoviendo un ambiente cálido y seguro.

Se trata en definitiva, como indica Bernal, de prevenir la violencia obstétrica “respetando los deseos de la mujer, informando a la mujer en todo momento de su proceso y haciendo a la pareja participe de su propio parto, intentando que tenga la mejor experiencia posible de parto desde el primer contacto con el obstetra en consulta hasta la visita postparto”. Además, a la hora de prepararse para el parto, recomienda a las madres: “Confianza en el equipo que le atiende, información siempre, y mucha confianza en su capacidad de parir”.

Cesáreas y partos programados, tendencia a minimizar

¿Esa “experiencia mejor posible” incluye la reducción del número de cesáreas o de los partos programados? Para el coordinador de Matronas de Quironsalud San José existen diferencias. Aunque la indicación de una cesárea es “un criterio puramente médico, siempre desde el riesgo/beneficio madre-hijo en su indicación, la realidad es que en nuestro centro se trabaja de manera conjunta con los obstetras para disminuir este porcentaje todo lo posible. Tenemos protocolos de expulsivo pasivo, donde se trabaja sin prisa, hacemos pre-inducciones para disminuir la tasa de cesáreas y mejorar la tasa de éxito de parto vaginal”.

Sin embargo, en cuanto al parto programado, un procedimiento justificado cuando hay alguna patología que puede alterar el bienestar de la madre o el feto, Bernal no ve confrontación: “aunque sea un parto inducido, la madre siempre puede elegir muchos factores en su proceso de parto, como un monitor inalámbrico con el que pueda caminar, algunas alternativas para paliar el dolor, el acompañamiento continuo, todos factores que hacen que mejore su experiencia de parto, haciéndoles partícipes en todo momento”.

Eso incluye la libertad de movimiento: “Me parece ideal que la mujer pueda elegir la forma en la que pueda parir, nuestra labor como matronas es alentar a las mujeres a que se muevan (…) Las matronas somos la figura que trabaja con ellas esa biomecánica en el parto». Además, destaca la disponibilidad de recursos en su centro para facilitar esta libertad: «Disponemos de material para todo ello, como telemetría, fitball, pelotas cacahuete, etc.”.

Programa de apoyo a la lactancia materna en Quirónsalud San José

Hoy en día, los beneficios de la lactancia materna para la madre y el bebé son incuestionables. Pero, aunque la evidencia científica respalda su importancia, persisten mitos sobre su dificultad, duración ideal o la necesidad de suplementos innecesarios. Cuando surgen dudas o dificultades, un acompañamiento adecuado y una información veraz son clave para una lactancia exitosa y placentera.

Miguel Bernal nos explica cómo trabajan este proceso en el Hospital Quironsalud San José: “Indagamos desde el control de embarazo el tipo de lactancia que desea la pareja y les damos formación durante todo el embarazo. En nuestra política de grupo fomentamos acciones que hacen que la lactancia tenga alta probabilidad de ser exitosa”. Entre ellos, destaca, los “protocolos de piel con piel en parto y cesárea, posponiendo todos los cuidados de rutina a la segunda hora de vida del bebé, dando prioridad al apego y la adaptación del bebé con su madre. Fomentamos el enganche en la primera hora de vida del bebé” y la “consulta puerperal y apoyo a la lactancia posterior al parto por matronas expertas en lactancia”.