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Fatiga pandémica: ¿Qué es y cómo reducirla?

Un 60% de la población sufre la llamada fatiga pandémica. La depresión, ansiedad, miedo, insomnio se fusionan para dinamitar la salud mental en tiempos de coronavirus.

Llevamos un año conviviendo con el coronavirus. Lo que debía ser una enfermedad más que pasaría de largo por nuestro país, llegó para quedarse. Nada se ha podido hacer para detenerla, España, igual que el resto del mundo sufre las consecuencias de un virus que ha cambiado nuestra forma de vida por completo. Se ha acabado salir de casa a cualquier hora o tomar algo respirando aire puro, somos esclavos del coronavirus. En muchas zonas de España no existe ningún tipo de ocio, con lo cual, la vida pasa del trabajo a casa. Ante esta situación se ha acuñado un nuevo concepto, la fatiga pandémica.

Qué es la fatiga pandémica

El coronavirus no solo es un virus totalmente impredecible a nivel de efectos sobre el ser humano. De la misma forma que no hay medidas que hayan conseguido detenerlo en ningún país del mundo, salvo aislar a los positivos y a la población, incide además sobre la salud mental de las personas. En estos meses, todos somos enemigos, los unos de los otros, ha conseguido desunir a una población que debería estar más unida que nunca exigiendo algo tan básico, como salud.

En lugar de esa unión, hay una inestabilidad que empieza por no saber qué pasará mañana. Si habrá confinamiento, si se suavizarán o endurecerán las medidas, todo depende de unos contagios que no paran de llegar. No importa lo que uno intente hacer, si lleva meses encerrado en casa o esté pendiente de cada síntoma, los contagios aparecen y se cuentan por miles en todo el planeta.

Un 60% de la población sufre la llamada fatiga pandémica. La depresión, ansiedad, miedo, insomnio se fusionan para dinamitar la salud mental de aquellos que la padecen. El miedo a una enfermedad que nadie puede controlar, la obsesión en busca de la mejor mascarilla o lavarse las manos de forma compulsiva, criticar al vecino por no ponerse bien la mascarilla, no salir con personas que no se lavan las manos, son muchos los traumas que ha creado este virus.

Cómo reducir la fatiga pandémica

Además de la incidencia de este virus sobre la población a través de un contagio, hospitalización o incluso muerte, el impacto psicológico ha sido enorme. Desde hace más de un año la población vive con miedo e incerteza cada nuevo día. En marzo de hace un año vivió su primer confinamiento y ahora lleva meses sin poder hacer vida normal con un duro toque de queda o un ERTE que afecta a su empresa. Algunos negocios pese a ser rentables antes de la pandemia han sido obligados a cerrar y otros llevan meses sin poder facturar.

La situación es dramática para muchas personas que no ven el final de esta pandemia. Un 40% afirma tener problemas de insomnio y de conciliar el sueño, un 26% muestra signos de irritabilidad, y un 40% manifiestan desde síntomas de depresión. Los antidepresivos se recetan como nunca antes en una población cansada de restricciones y obligaciones que no llevan a ninguna salida.

Para reducir esta fatiga pandémica los expertos recomiendan una serie de procesos que ayudan a salir de este círculo vicioso que puede provocar una depresión severa.

Dedica tiempo a ti mismo y dejar a un lado lo que sucede a tu alrededor. Solo puedes controlar lo que está en tu poder. Los contagios o las restricciones son parte de este nuevo día a día que no cambiará de un día para el otro. La fatiga pandémica se puede reducir con unos hábitos saludables centrados en el interior del ser humano, pero también en cuidar el cuerpo con ejercicio físico y una dieta equilibrada.