OkSalud

Dieta baja en grasas o en carbohidratos: ¿Cuál es mejor?

¿Cuál debemos escoger si el objetivo es bajar de peso?

Durante años, los amantes de la vida sana se han dividido en dos grupos enfrentados. Por un lado, aquellos que defienden las dietas bajas en grasas como método predilecto para perder peso. Y por el otro, el bando contrario, los seguidores de las dietas bajas en carbohidratos. Esta última opción ocupa actualmente el primer puesto de la clasificación, muy complicado de mantener tras la continua aparición de dietas milagro o estudios nutricionales de múltiples resultados. Sin embargo, ¿es realmente la mejor opción?

Los carbohidratos frente a las grasas

Los carbohidratos nocivos son ocho veces más adictivos que la cocaína.

Los hidratos de carbono, conocidos también como glúcidos o azúcares, son esa sustancia que aporta la energía necesaria a nuestro cuerpo. Aunque parezca una propiedad de lo más beneficiosa, según el tipo de carbohidratos al que nos enfrentemos estos se convierten en la causa principal de obesidad, sobrepeso o diabetes. Presente, por ejemplo, en el azúcar blanco, la harina o los productos refinados.

Por su parte, las grasas son un nutriente esencial que también actúa como combustible para el funcionamiento del cuerpo humano. Además de otras funciones como controlar la temperatura corporal o absorber ciertas vitaminas. No obstante, dependiendo de la variedad de grasas que consumamos sus inconvenientes aumentan. Hablamos de los ácidos grasos saturados, que elevan el nivel de colesterol, aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y poseen un alto contenido calórico. Ingredientes como la mantequilla o la leche entera incluyen este modelo.

Opiniones diversas

Recurre únicamente a las grasas saludables como el aceite de oliva o la soja.

Ante la cantidad de características contrarias que presentan ambos compuestos, resulta muy complicado determinar que dieta es la mejor para bajar de peso. Son muchos los estudios que se han decantado por una u otra opción, dejando en el aire cualquier conclusión unánime. Si analizamos todos los resultados, lo más recomendable parece ser la combinación de ambos regímenes. Es decir, no prescindir de ningún grupo de alimentos en su totalidad, pues todos son necesarios para el organismo.

Puedes reducir los niveles de grasas y carbohidratos nocivos para la salud, y aumentar a la vez los más beneficiosos. En el caso de las grasas, potencia el consumo de aceite de oliva, frutos secos, pescado azul o soja. Mientras que en los carbohidratos, destaca la presencia de alimentos integrales como la pasta, el arroz o el pan. Y, por supuesto, elimina por completo el azúcar. Todo ello combinado con una rutina de ejercicios adecuada, la planificación de tus comidas y un cambio en tu estilo de vida. Si no, pronto recuperarás el peso perdido.