Alertan de que el incremento de sífilis podría desabastecer su tratamiento con penicilina

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) se han disparado en los dos últimos años y no se asocia a la pandemia covid, sino más bien a una falta de ausencia de miedo en cuanto estas relaciones sobre todo entre las personas más jóvenes. Esta situación ha impactado directamente en los datos de incidencia de enfermedades como la sífilis, de tal manera que, algunas farmacéuticas como Pfizer, han alertado que podría haber un desabastecimiento de penicilina para tratar esta patología.

Esta advertencia, que se ha dado en principio en EEUU, no se ha trasladado a Europa por el momento, pero hay que tener en cuenta que Pfizer prevé agotar la dosis infantil del medicamento contra la sífilis Bicillin L-A a finales de junio en Estados Unidos. La empresa afirma que está dando prioridad a la producción de dosis mayores de Bicillin L-A, que se recomienda para las embarazadas con sífilis porque es el único fármaco que puede atravesar la placenta y tratar también al feto.

Los últimos datos publicados por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) señalan que se ha alcanzado una cifra récord de infecciones en las últimas dos décadas. Las enfermedades de transmisión sexual como sífilis, VIH, papiloma, gonorrea, clamidia o la hepatitis, entre otras, no paran de crecer, por lo que se necesitan mayores dosis de medicamentos.

En EEUU, se espera que otra penicilina, la Bicillin C-R, que trata otras infecciones bacterianas, se agote en el tercer trimestre, que finaliza el 30 de septiembre. «La interrupción del suministro es el resultado de una compleja combinación de factores entre los que se incluyen un aumento significativo de la demanda, debido a un incremento de las tasas de infección por sífilis, así como a la escasez de la competencia», se afirma desde Pfizer.

Un millón de personas contrae una infección de trasmisión sexual 

Cada día, más de un millón de personas contraen una ITS. La OMS estima que, en 2020, hubo 374 millones de nuevas infecciones de alguna de estas  cuatro ITS: clamidiosis (129 millones), gonorrea (82 millones), sífilis (7,1  millones) y tricomoniasis (156 millones). Se calcula que el número de personas con herpes genital superaba los 490 millones en 2016, y que hay 300 millones de mujeres con infección por el VPH, la principal causa de  cáncer de cuello uterino y de cáncer anal entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Cerca de 296 millones de personas padecen hepatitis B crónica en todo el mundo.

Más allá del efecto inmediato de la infección, las ITS pueden tener consecuencias graves. Algunas ITS, como el herpes, la gonorrea y la sífilis, pueden aumentar el riesgo de infección por el VIH.

La transmisión de una ITS de la madre al hijo puede causar muerte prenatal o neonatal, prematuridad e insuficiencia ponderal del recién nacido, septicemia, conjuntivitis neonatal y anomalías congénitas. La infección por el VPH causa cáncer de cuello uterino y otros cánceres. Se estima que en  2019 la hepatitis B causó unas 820 000 defunciones, principalmente por  cirrosis o carcinoma hepatocelular. Algunas ITS, como la gonorrea y la  clamidiosis, son causas importantes de enfermedad inflamatoria pélvica e  infecundidad femenina.