Leche

¿Es buena la leche de almendras?: estos son sus beneficios

¿Es tan buena la leche de almendras como parece o como se nos dice? Aquí te contamos más sobre los pros y contras de este producto.

En estos momentos en los que hemos visto proliferar una enorme cantidad de alternativas a la leche tradicional obtenida de la vaca y otras especies animales, no quedan dudas de que la leche de almendras es una de las más conocidas. ¿Conoces sus beneficios? El caso es que esta bebida, que se prepara mezclando las almendras con agua, y luego colando la mezcla para eliminar los elementos sólidos que pudieran haber quedado, no llega al mismo nivel excepcional de nutrientes saludables que tiene poderse alimentar con las almendras enteras. Entonces dejamos atrás parte de la fibra de estos frutos secos pero siendo, de igual modo, una interesante elección. De hecho, además de la posibilidad de prepararla en casa, también podemos conseguir leche de almendras en la mayoría de las tiendas, dejando de lado la leche de origen animal y beneficiándonos de algunos de los mejores aportes que nos da esta bebida. ¿Cuáles son esos aportes? Vamos a descubrirlos uno por uno: Nutrición Vegetal, natural y equilibrada en su composición, la leche de almendras no posee aditivos ni conservantes frecuentes en la de vaca, otorgándole a quien la consume un buen porcentaje de sus necesidades diarias de vitaminas A, D y E, además de proteínas, magnesio, zinc, calcio, hierro, etc. Baja en calorías Comparada con otras clases de leches o similares, la de almendras es más baja en calorías, con aproximadamente 70 por vaso, contra las 80 de la leche de animales, incluso desnatadas. Ideal para intolerantes a la lactosa Si la intolerancia a la lactosa es un fenómeno cada vez más habitual, la aparición de la leche de almendras es la solución para quienes lo padecen, pudiendo incorporar a su dieta un sustituto compatible con limitaciones físicas como ésta, o decisiones de vida como el veganismo. Optimiza la función cardiovascular Con ello controlamos el colesterol, aumentando los niveles del HDL, o colesterol bueno, y reduciendo al mismo tiempo los del LDL, o colesterol malo. Además, fortalece el rendimiento del corazón, y así previene enfermedades cardiovasculares. Cuida la piel, el pelo y las uñas Otro de los síntomas positivos de la ingesta de la leche de almendras es que aporta vitamina B2 y esto refuerza el bienestar de las uñas y el pelo, a la vez que hidrata la piel para que luzca joven. Por todos estos beneficios, esta bebida es una de que más ha aumentado su consumo en los últimos años.
En estos momentos en los que hemos visto proliferar una enorme cantidad de alternativas a la leche tradicional obtenida de la vaca y otras especies animales, no quedan dudas de que la leche de almendras es una de las más conocidas. ¿Conoces sus beneficios? El caso es que esta bebida, que se prepara mezclando las almendras con agua, y luego colando la mezcla para eliminar los elementos sólidos que pudieran haber quedado, no llega al mismo nivel excepcional de nutrientes saludables que tiene poderse alimentar con las almendras enteras. Entonces dejamos atrás parte de la fibra de estos frutos secos pero siendo, de igual modo, una interesante elección. De hecho, además de la posibilidad de prepararla en casa, también podemos conseguir leche de almendras en la mayoría de las tiendas, dejando de lado la leche de origen animal y beneficiándonos de algunos de los mejores aportes que nos da esta bebida. ¿Cuáles son esos aportes? Vamos a descubrirlos uno por uno: Nutrición Vegetal, natural y equilibrada en su composición, la leche de almendras no posee aditivos ni conservantes frecuentes en la de vaca, otorgándole a quien la consume un buen porcentaje de sus necesidades diarias de vitaminas A, D y E, además de proteínas, magnesio, zinc, calcio, hierro, etc. Baja en calorías Comparada con otras clases de leches o similares, la de almendras es más baja en calorías, con aproximadamente 70 por vaso, contra las 80 de la leche de animales, incluso desnatadas. Ideal para intolerantes a la lactosa Si la intolerancia a la lactosa es un fenómeno cada vez más habitual, la aparición de la leche de almendras es la solución para quienes lo padecen, pudiendo incorporar a su dieta un sustituto compatible con limitaciones físicas como ésta, o decisiones de vida como el veganismo. Optimiza la función cardiovascular Con ello controlamos el colesterol, aumentando los niveles del HDL, o colesterol bueno, y reduciendo al mismo tiempo los del LDL, o colesterol malo. Además, fortalece el rendimiento del corazón, y así previene enfermedades cardiovasculares. Cuida la piel, el pelo y las uñas Otro de los síntomas positivos de la ingesta de la leche de almendras es que aporta vitamina B2 y esto refuerza el bienestar de las uñas y el pelo, a la vez que hidrata la piel para que luzca joven. Por todos estos beneficios, esta bebida es una de que más ha aumentado su consumo en los últimos años.

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En estos momentos en los que hemos visto proliferar una enorme cantidad de alternativas a la leche tradicional obtenida de la vaca y otras especies animales, no quedan dudas de que la leche de almendras es una de las más conocidas. ¿Conoces sus beneficios?

El caso es que esta bebida, que se prepara mezclando las almendras con agua, y luego colando la mezcla para eliminar los elementos sólidos que pudieran haber quedado, no llega al mismo nivel excepcional de nutrientes saludables que tiene poderse alimentar con las almendras enteras. Entonces dejamos atrás parte de la fibra de estos frutos secos pero siendo, de igual modo, una interesante elección.

De hecho, además de la posibilidad de prepararla en casa, también podemos conseguir leche de almendras en la mayoría de las tiendas, dejando de lado la leche de origen animal y beneficiándonos de algunos de los mejores aportes que nos da esta bebida.

¿Cuáles son esos aportes? Vamos a descubrirlos uno por uno:

Nutrición

Vegetal, natural y equilibrada en su composición, la leche de almendras no posee aditivos ni conservantes frecuentes en la de vaca, otorgándole a quien la consume un buen porcentaje de sus necesidades diarias de vitaminas A, D y E, además de proteínas, magnesio, zinc, calcio, hierro, etc.

Baja en calorías

Comparada con otras clases de leches o similares, la de almendras es más baja en calorías, con aproximadamente 70 por vaso, contra las 80 de la leche de animales, incluso desnatadas.

Ideal para intolerantes a la lactosa

Si la intolerancia a la lactosa es un fenómeno cada vez más habitual, la aparición de la leche de almendras es la solución para quienes lo padecen, pudiendo incorporar a su dieta un sustituto compatible con limitaciones físicas como ésta, o decisiones de vida como el veganismo.

Optimiza la función cardiovascular

Con ello controlamos el colesterol, aumentando los niveles del HDL, o colesterol bueno, y reduciendo al mismo tiempo los del LDL, o colesterol malo. Además, fortalece el rendimiento del corazón, y así previene enfermedades cardiovasculares.

Cuida la piel, el pelo y las uñas

Otro de los síntomas positivos de la ingesta de la leche de almendras es que aporta vitamina B2 y esto refuerza el bienestar de las uñas y el pelo, a la vez que hidrata la piel para que luzca joven.

Por todos estos beneficios, esta bebida es una de que más ha aumentado su consumo en los últimos años.

 

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