Cómo correr en función de la edad

Los más pequeños también se apuntan a la moda del running. En muchas ocasiones siguen la estela de sus padres, pero surgen muchas dudas sobre la idoneidad de este deporte para los niños. Entre las preguntas más frecuentes que se hace la gente están cuál es la edad más adecuada para iniciarse o las distancias más recomendables. Los expertos aconsejan que no se realicen grandes esfuerzos durante las etapas de la niñez, infancia y pubertad debido a que el cuerpo se encuentra en pleno desarrollo y creciendo. Te detallamos en este artículo cómo correr en función de la edad.

Durante la infancia

No hay ningún problema para que los niños o jóvenes puedan entrenar y competir en pruebas atléticas, siempre que se limite la distancia y el ritmo. Por lo general, los que tengan entre 8 y 9 años no deberían superar los dos kilómetros corriendo ni hacer más de tres sesiones semanales. Cuando entren en la pubertad, con 11 años, se puede ir ampliando la distancia hasta los 4 kilómetros, para alcanzar los 8 kilómetros con 16 años. Más que acumular kilómetros a estas edades, lo más lógico es que adquieran buenos hábitos físicos y conceptos de técnica de carrera.

Desde la adolescencia hasta los 30 años

Diversos estudios han asegurado que la capacidad de un atleta para desarrollar la velocidad alcanza su mayor nivel a los 23 años, para empezar a decrecer a partir de los 25 años. Entrenadores de alto rendimiento advierten de que los jóvenes no realicen medias maratones hasta que alcancen los 21 años. No olvidemos que se trata de la competición que sirve de antesala al maratón, con 21 kilómetros. La madurez de un corredor de fondo se suele alcanzar entre los 25 y 30 años, que es cuando puede reunir una buena velocidad con una gran capacidad aeróbica que habrá tenido tiempo a desarrollar.

A partir de los 30

En la horquilla entre 30 y 50 años, el atleta más que preocuparse por la velocidad, que irá disminuyendo, tendría que centrarse en el cuidado del cuerpo y darle el descanso adecuado para no caer lesionado. Con el tiempo es posible que tenga que acostumbrarse a vivir con molestias, sobre todo de carácter muscular, tendinoso y articular, que en la mayoría de las ocasiones no nos incapacitarán para seguir entrenando o nos dejarán KO unos cuantos días. En la medida de lo posible hay que evitar que estos pequeños dolores se acaben convirtiendo en crónicos. Superada la barrera de los 50 es posible que aún mantengamos nuestro espíritu competitivo intacto y sigamos participando en carreras, pero tomándonos las cosas con más calma.

¿Jubilación a partir de los 65 años?

Cuando llegamos a los 65 años no hace falta que nos detengamos de correr. No hay una edad límite para retirarse del deporte. Actividades como el running pueden ayudarnos a estar en forma y mantener en perfectas condiciones tanto el sistema muscular como el cardio-respiratorio. De ahí que resulta muy frecuente encontrarse en carreras como los maratones a personas con más de 65 años. Más que las marcas, lo que importa a estas edades es pasar un rato agradable.