Javier Cárdenas te cuenta en exclusiva, lo sucedido con Irene Montero y Pablo Iglesias a cuenta de los celos, una noticia que nos llega directamente desde el Ministerio de Igualdad. Irene Montero, aunque de cara a la opinión pública, da el aspecto de luchar contra los jueces de defender su Ley de sólo sí es sí, de puertas para dentro lo que hace es buscar culpables, ha reunido a su gabinete técnico y les ha pedido explicaciones, corre por los pasillos, lanza objetos al suelo y grita en su despacho, que la oyen desde el exterior.
Irene Montero tiene un carácter muy complicado, por ejemplo: una de sus colaboradoras más directas nos cuenta que tiene unos celos patológicos con Pablo Iglesias, lo cual le hizo en alguna ocasión cuando Pablo Iglesias era vicepresidente del Gobierno, controlar personalmente qué secretarias atendían a su marido, hasta el punto de que si una era demasiado atractiva buscaba otra, intercedía para que esa no fuera su secretaria. Comentarios como estos, nos llegan desde el entorno de Irene Montero que está en sus horas más bajas, que están buscando recambio en el propio Podemos, porque la dan por «quemada» y que algunos o algunas como Yolanda Díaz se están frotando las manos.
Javier Cárdenas añade: «Cómo no va a estar quemada Irene Montero cuando se la ve continuamente histérica, desquiciada, fuera de sí; esta mujer no está bien, se le ve claramente que no está bien porque una persona normal no va a sí por la vida, es una persona totalmente desquiciada y fuera de sí, pero con un poder enorme y eso es lo peligroso. Y ya lo vemos, lo que ha hecho Irene Montero, lo que se le ha permitido a esta personaja no se le hubiera permitido a nadie, especialmente si hubiera sido un hombre, hubieran dicho como es posible que este tío hable así de las mujeres. Fijaos cómo habla Irene Montero de los hombres, y ahora imaginaros a un tío que hablara así de las mujeres, todos nos volcaríamos diciendo: ‘Este tío no puede estar un minuto más, porque se nota que tiene problemas con las mujeres, ha tenido relaciones tóxicas y es un misógino de mucho cuidado’. Pues lo mismo al revés y nadie abre la boca, nadie alza la voz».