Esto es un bazar, dice Javier Cárdenas en Levántate Ok. Si, por un lado, Bildu exige a Sánchez liberar a 110 etarras a cambio de su voto en la investidura, es decir, si Sánchez es investido presidente del Gobierno, la mayoría de presos disfrutará de un régimen de semilibertad, antesala de la libertad plena que alcanzarán, incluso, quienes tienen delitos de sangre.
Por el otro lado, tenemos a ERC que pide la condonación de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), una cantidad que supera los 70.000 millones de euros y que piden sólo los partidos independentistas. Está claro que quieren sacar tajada de todo esto, como han hecho siempre, pero ahora con más fuerza, porque tienen agarrado a Pedro Sánchez. Esto es lo que tiene que un país como España dependa de menos del 6% de los votos, de una minoría de separatistas que sólo buscan la manera de llenarse los bolsillos con el dinero del resto de los españoles.
Y con el alcahuete de Sánchez en medio, que intenta casarse políticamente hasta con Leviatán, con tal de no perder su asiento de presidente ni su poder, y seguir dirigiendo los destinos de todos como un pastor dirige a sus ovejas donde él quiere. Sólo nos queda que este intercambio de cromos fracase en todos sus aspectos y en enero veamos unas nuevas elecciones, que a pesar del gasto, sería el mal menor. Si las negociaciones sacan a delante la investidura de Sánchez, habrá sido a costa de nuestro dinero y de presidir alguien al que no le han votado la mayoría de los españoles.