El trilero Pedro Sánchez habla de amnistía

Sánchez amnistía

El jueves pasado, tres días antes de la que este domingo será, sin duda, magna manifestación en Barcelona contra la amnistía, el presidente del Gobierno (en funciones) aprovechó la Cumbre Europea de Granada para confirmar que está negociando la amnistía con los independentistas fugados de la justicia.

Después de andar jugando a trilero con el tema, no atreverse a confirmar en sede parlamentaria durante el debate de investidura de Nuñez Feijóo, Sánchez, fiel a si mismo, confirma lo que era un secreto a voces, entre otras cosas, porque fue adelantado por los propios beneficiarios de esa medida. Ahora todo el mundo sabe cuál es el juego.

Por eso es tan importante la concentración de Societat Civil Catalana de este domingo. Ya sabemos que a Sánchez y a los independentistas la calle, la opinión pública (mayoritaria contra la amnistía), la opinión públicada y los argumentos desde el raciocinio les importa una alfalfa. En el pecado llevarán históricamente la penitencia, aunque se borre de un plumazo su culpabilidad en delitos de extrema gravedad y cometidos contra el orden democrático.

Voy a repetir aquí, por sentido de la responsabilidad profesional, lo que es un clamor entre los expertos constitucionalistas y el pueblo llano. La amnistía significa que hay unos ciudadanos por encima de otros (con el agravante de tener como profesión la política); es decir, se rompe el principio de igualdad ante la ley; significa que el Estado democrático, después de casi medio siglo, empieza de nuevo y que todo el andamiaje legal/constitucional se va a pique.

Significa, además, que lo va a perpetrar un Gobierno y un partido político (el PSOE como principal actor) que escondió este asunto en su programa electoral. Dicho en román paladino: se hace sin el consentimiento del pueblo.

Hoy, aquellos que se manifiesten contra la medida sanchista como pago a unos delincuentes representan lo mejor de una nación que se resiste a morir. Los que van a perpetrar tamaño desaguisado histórico lo peor.

Lo último en Opinión

Últimas noticias