Sí a la moción de censura
Sí a la imprescindible moción de censura, pero ya les adelanto que el Partido Popular y Ciudadanos no la van a presentar. La razón textual y compartida para no dar un paso adelante no es más que ésta: “No la podemos ganar”. Aún recordándoles a Pablo Casado y a Albert Rivera el antecedente de Felipe González que sí se atrevió con ella, la perdió, es cierto, pero al año y medio ya estaba sentado electoralmente en La Moncloa, no quieren los jóvenes políticos cambiar de posición. Y desgraciadamente, se equivocan. La traición de Pedro Sánchez aliándose con los independentistas sólo para permanecer en el Gobierno no se puede despachar con un motivo simplemente estratégico. Se trata de una traición en toda regla, una deslealtad constitucional y un golpe antipatriótico.
Este individuo que okupa La Moncloa ha pactado con los rebeldes, sediciosos y separatistas un referéndum de autodeterminación contra la Carta Magna que regula nuestra convivencia nacional. El que no vea este repulsivo movimiento o es cómplice de los sujetos en cuestión o es directamente un imbécil. La ambigüedad del comunicado conjunto bilateral no disimula las intenciones pactadas de los firmantes. Todo se despacha con una miserable apelación a una vaga seguridad jurídica sintetizada en una frase reveladora: “Una propuesta política con amplio apoyo de la sociedad catalana”. Pero, ¿y la sociedad española no tiene nada que decir?
Se trata de un fraude constitucional, de una felonía antipatriótica que España, o sea, sus representantes políticos, no pueden consentir de ninguna manera. El mismo Rey, con menos sutilezas de las previstas, lo ha denunciado. Este presidente asentado tan irregularmente en el poder es un rehén consentidor de arrebatacapas como Quim Torra, soviéticos como Pablo Iglesias, y los filoetarras –¿Me quedo corto?– de Bildu, sin olvidar desde luego a los mercaderes del PNV que lo mismo le ponen cuernos a Mariano Rajoy de un día para otro, que votan a favor del aborto y la eutanasia no alentados, espero, por sus curas abertzales.
Por todo esto, y por más factores que ya destacamos en otra entrega, la moción de censura no es sólo aconsejable, sino directamente imprescindible. Los votantes del PP y Ciudadanos la están exigiendo a gritos. VOX está encantado observando la pusilanimidad de Casado, en esta ocasión, y de Rivera en casi todas las ocasiones. Personalmente pienso que no pueden defraudar a los suyos que, no se engañan, son casi todos los que en España aseguramos que el okupa tieso de La Moncloa se ha convertido en una pesadilla nacional. Que luego ambos no se quejen de que un tránsfuga se les come la merienda.