Sánchez y el timo de la equiparación salarial

A Pedro Sánchez se le ha llenado la boca presumiendo de haber logrado la equiparación salarial de la Policía Nacional y Guardia Civil con las Policías autonómicas. El acuerdo se alcanzó durante el Gobierno del PP, pero el presidente del Gobierno se anotó el tanto. Muy propio del personaje. Y, sin embargo, la equiparación  salarial es un camelo, porque ni los complementos, ni pagas extra, ni asistencias a juicios, ni condiciones de jubilación se igualan con los policías autonómicos. O sea, la mitad de la mitad de la mitad.

Un ejemplo: los policías que pasan a la situación de reserva o segunda actividad por propia voluntad, exigencias o por determinados problemas psicofísicos no verán equiparación alguna. Y aún hay más: las pagas extra y los servicios extraordinarios también se quedan fuera del plan de equiparación. El resultado es que los agentes nacionales de Policía siguen perdiendo entre 200 y 300 euros al mes con respecto a un mosso, por ejemplo.

Y como remate, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha mostrado partidario este pasado lunes de esperar «todavía un poco más» para conseguir un acuerdo en torno al reparto de los 247 millones del tercer y último tramo del acuerdo de equiparación salarial en la Policía Nacional y la Guardia Civil. Eso sí: aseguró que será pronto. Lo mismo dijo el pasado 23 de abril en el Congreso, cuando anunció que ese pago del tercer tramo sería «inmediato». Inmediato, pronto…lo cierto es que la equiparación salarial, incluso cuando el ministro tenga a bien cumplir su palabra, no será plena.

De modo que lo que Sánchez prometió a bombo y platillo se ha quedado a medio camino, en el mejor de los casos. Eso sí, la trompetería con la que se acompañó a la hora de anunciar la equiparación salarial de Policía y Guardia Civil con el resto de Policías autonómicas pasará a los anales de la historia política de un presidente del Gobierno que no dice nunca la verdad.