Sánchez rinde el Estado y completa la entrega de presos a los herederos de ETA

presos ETA

La fecha no es para sacar pecho, sino para reflexionar seriamente sobre un asunto que sirve para calibrar el grado de dignidad de la democracia española: el Ministerio del Interior ha completado el acercamiento de todos los presos de ETA al País Vasco y Navarra, una vez que este viernes ha autorizado el traslado de Irantzu Gallastegi SodupeAmaia, y otros cuatro etarras. Falta la etarra Natividad Jáuregui,  pero porque tiene una causa pendiente y está en prisión provisional en Madrid para ser citada por la Audiencia Nacional.

Se pone fin así a la política de dispersión de presos etarras puesta en marcha hace 34 años, en 1989. Ha sido un Gobierno socialista el que ha acabado con una iniciativa socialista. Bien podría decirse que no estamos ante un triunfo de la democracia, sino que estamos asistiendo en directo a la entrega -por parte del Gobierno socialcomunista- de la dignidad del Estado a los herederos de una banda de asesinos. Así de claro. Y esto es así porque 34 años después Bildu puede presumir de haber obtenido de un Gobierno del PSOE buena parte de los objetivos que llevaron a ETA a poner en marcha su criminal estrategia. Tristemente no podemos decirles a los casi 1.000 asesinados por la banda terrorista que su muerte sirvió para afianzar los cimientos de nuestra democracia y que su sangre derramada contribuyó a fortalecer la dignidad del Estado de Derecho. No, no podemos hacerlo. Y no podemos porque el fin de los asesinatos de ETA no ha cursado en paralelo con la derrota de sus herederos políticos.

Todo lo contrario: los proetarras han logrado algo que no imaginaban ni en sus mejores sueños. Convertirse en aliados del Ejecutivo de España. Treinta y cuatro años después, el PSOE gobierna con el apoyo de los sucesores de los terroristas, cuyos presos han sido acercados al País Vasco y Navarra no porque hayan dado muestras de arrepentimiento, sino como ignominioso pago por el apoyo que prestan a Pedro Sánchez los proetarras. En la actualidad, según datos de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), hay 164 condenados por su vinculación con el terrorismo de ETA en cárceles del País Vasco y otros 11 en Navarra.

Treinta y cuatro años y casi 1.000 muertos después, duele en lo más hondo comprobar cómo ETA ha ganado gracias a la vileza de un presidente del Gobierno que pasará a la historia por haber traicionado la memoria y la dignidad de las víctimas del terrorismo

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