Sánchez pretende que la UE también indulte a Maduro

Como consecuencia de las sanciones que Bruselas impuso a la dictadura de Nicolás Maduro, hace ocho años que la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) no se reúnen. Ahora, aprovechando que España ocupará la presidencia de la UE, Pedro Sánchez pretende que la cumbre entre Europa e Iberoamérica vuelva a celebrarse, por lo que habrá que levantarle a Maduro -si quiere venir a la cumbre- la prohibición de pisar suelo europeo, algo que ahora tiene terminantemente prohibido.

Por mucho que Moncloa pretenda escurrir el bulto al asegurar que ha sido el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien ha decidido que la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) vuelvan a reunirse, lo cierto es que si Maduro pisa territorio de la UE será por el empeño de Pedro Sánchez, que es quien pretende impulsar, por la cuenta que le tiene, las relaciones con los jefes de estado y de gobierno de América Latina tanto en su papel de presidente de la Internacional Socialista como en un futuro e hipotético cargo a nivel comunitario. O sea, que no da puntadas sin hilo. Sánchez pretende que la UE también indulte a Maduro.

A nadie se le escapa que para el Gobierno socialcomunista Nicolás Maduro no es ningún dictador -ya se sabe que para la izquierda los únicos dictadores que existen son los de derechas-, sino alguien que se aparta de los patrones clásicos de la democracia que se estila en Europa y cuya figura es compleja -dicen- por la propia complejidad de América Latina. Para el Gobierno tampoco hay una dictadura en Cuba, aunque lleve siéndolo más de 60 años, de modo que Pedro Sánchez está empeñado en que la UE afloje la presión sobre Maduro para poder apuntarse el tanto de una nueva etapa en las relaciones entre los dos continentes. Y con él de eslabón. Estamos perdidos.