Que tome nota Llarena

Que tome nota Llarena

Pablo Llarena tiene trabajo en Gerona. Los independentistas han secuestrado la ciudad de un tiempo a esta parte. La alcaldesa Marta Madrenas ha convertido su cargo en un instrumento para hacer constante apología de las ilegalidades separatistas. Con el agravante, además, de que será diputada cuando se constituya el Parlament. Este mismo lunes, en el pleno del Consistorio gerundense se ha aprobado que la Plaza de la Constitución pase a llamarse Plaza del 1-0 en homenaje al referéndum ilegal que prohibió en su momento el propio Tribunal Constitucional. Un hecho que derivó en la declaración de independencia por parte del huido Carles Puigdemont y que significó la aplicación por parte del Gobierno del artículo 155 de la Constitución. En definitiva, una ilegalidad supina que ahora encuentra homenaje en la ciudad gobernada por Madrenas. 

Ni el loable trabajo de la plataforma constitucionalista Girona Som Tots ni la manifestación de 500 vecinos de la localidad ha evitado que la represión secesionista imponga de nuevo su voluntad en la sociedad catalana. Hasta 27 intelectuales de Gerona, la mayoría de ellos perteneciente al ámbito universitario de dicha urbe, habían firmado un manifiesto contra el cambio de nombre de la Plaza de la Constitución. Como apuntada su portavoz, Josep Quintanas: “Un monumento fundamental de la ciudad y del país, que supone la recuperación de las libertades de las instituciones catalanas”. ¿Hasta qué punto es legal mancillar una y otra vez esas libertades y seguir haciendo apología del golpismo? ¿Hasta cuándo puede aguantar estos constantes desprecios nuestro Estado de Derecho? A pesar de estar en vigencia el 155, Cataluña parece una dictadura donde prevalece la ley del más fuerte ante la legalidad vigente. 

Tendrá que tomar nota Llarena y tendrán que extremar las precauciones desde el Gobierno. Este nuevo paso adelante del Ayuntamiento de Gerona fomenta un clima de tensión y enfrentamiento que puede ser muy peligroso. En vez de trabajar por una convivencia pacífica, el cambio arbitrario en el nombre de la plaza colabora a crear una segregación entre independentistas y no independentistas. Entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Madrenas y el Ayuntamiento de Gerona ya eran tristemente célebres antes de este dislate. Durante el pasado mes de octubre, aprobaron una moción para declarar persona non gratas a Felipe VI y al delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo. Con esos mimbres no es de extrañar el resultado final del cesto. Lo que si extraña, sin embargo, es la impunidad con la que campea Marta Madrenas en su desgobierno.

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