El PP no puede pactar la defensa de España con Sánchez mientras la ‘gobierna’ con Otegi y Puigdemont

Defensa España

La actualidad política internacional está centrada en Donald Trump desde su vuelta a la presidencia de los EEUU, marcando un auténtico parteaguas a la geopolítica global existente hasta ahora. Su política de acercamiento a Rusia, tomando distancias con la Europa Occidental organizada políticamente como la Unión Europea, nos afecta muy directamente en la política nacional por obvias razones y puede significar el final del actual sanchismo si la oposición juega adecuadamente sus cartas. Ello viene directamente vinculado a la macedonia de siglas sobre las que se asienta Sánchez en el poder, y cuya disposición a un auténtico «rearme» militar por parte de España, es inexistente.

Pasemos revista a sus componentes de los que bastaría que uno de los mismos retirara su apoyo a esa decisión para que el gobierno sanchista sea incapaz de asumir esa política que en estos momentos es considerada existencial para la misma UE. Recordemos que la coalición «progresista y feminista» es del PSOE con Sumar, una formación creada ad hoc como sustituta de Podemos que tiene entre sus integrantes nada menos que a 20 siglas unas de ámbito nacional y otras autonómicas.

Agrupadas en el Congreso de los Diputados en un Grupo Parlamentario cuya denominación «plurinacional» ya es suficientemente expresiva de su identidad al respecto. Además de ser de izquierda con el comunismo como ideología dominante. Sus componentes se declaran beligerantes contra el «militarismo» y opuestos a todo incremento del presupuesto para la defensa. Es decir, que ante la política de «rearme» que para la UE es considerada como de absoluta prioridad, la coalición gubernamental sanchista está totalmente rota. Si de los socios de gobierno, pasamos a los aliados parlamentarios el panorama no varía en absoluto.

Con los 4 escaños de Podemos es imposible que cuente para este propósito. En cuanto a Bildu, con 6 diputados, entiende mucho de armas – pero no precisamente para las Fuerzas Armadas españolas- siendo sucesora política de ETA. El PNV, con 5 escaños y un proyecto radicalmente nacionalista, es el más próximo al sanchismo con quien comparte el gobierno vasco y su mantenimiento es su absoluta prioridad. En cuanto a Junts y ERC, con 7 escaños cada uno, su proyecto secesionista respecto de España no se conjuga fácilmente con apoyar un rearme militar español. Del actual PSOE no es preciso comentar nada dada su acreditada carencia de principios, sometido al Sánchez que abogaba por suprimir el Ministerio de Defensa y que ahora proclama que «no hay democracia creíble sin un ejército creíble».

Ante esta situación parlamentaria -y sin nuevos presupuestos- el Gobierno de España es incapaz de cumplir con la exigencia de incrementar el gasto destinado a Defensa desde el actual 1,2% del PIB a un 2% en 5 años. Eso teniendo en cuenta que estamos a la cola del ranking de los Estados de la OTAN y que Ursula von der Layen afirma que ese gasto debe elevarse hasta el 3% del PIB.

Para hacer frente a esta situación, Sánchez ha convocado a los dirigentes de los grupos parlamentarios para un encuentro de 20 minutos con cada uno de ellos el próximo jueves. Eso sí, con la exclusión del tercer grupo de la Cámara por ser de la «ultraderecha» afín a Trump, considerado el «nuevo enemigo de Europa». Y otorgando el mismo tratamiento al PP, ganador de las últimas elecciones con 137 diputados, que a Bildu o Podemos. A Feijóo le ha convocado con ese formato y tras no mantener comunicación alguna con él en toda la legislatura. El PP no debe acudir a esa convocatoria como salvavidas de Sánchez para poder seguir en la Moncloa. Invocar pactar una política «de Estado» como la Defensa con el sanchismo, es una contradicción existencial. La única alternativa es dejarle ante el espejo de su coalición «plurinacional , progresista y comunista», que es la antítesis de una coalición que pueda ser considerada como la adecuada, nada menos, que para asegurar la defensa de España.

Sólo se podría pactar ese presupuesto si se garantizan -con auditor internacional comunitario y un notario- unas elecciones inmediatas. El PP no puede pactar la Defensa de España con el sanchismo, mientras día a día la «gobierna» con Otegi y Puigdemont.

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