Pero ¿dónde están las noticias de Cuba?

Pero ¿dónde están las noticias de Cuba?

Quiero mandar desde estas líneas un mensaje de solidaridad a todos nuestros hermanos cubanos que estos días están sufriendo la campaña de represión más atroz desde los primeros años de la revolución. Quizás muchos de ustedes, amigos lectores, recordarán que el pasado mes de julio estalló una ola de protestas imprevistas en la isla, donde miles de personas, muchas de ellas procedentes de los barrios más pobres de la región, se levantaron en sus poblaciones para denunciar la situación en Cuba como es la escalada de la inflación, los cortes de luz y la escasez de alimentos y medicamentos.

Pues bien, de todas aquellas personas ahora mismo hay 842 presos políticos, tal y como ha denunciado recientemente Prisoners of Defenders, una cifra que según dicha organización representa entre el 40%-50% de las cifras reales, pues los datos reales no están al alcance de ninguna organización, ni el gobierno comunista, ese mismo con el que Pedro Sánchez se hacía fotos hace un par de años y sus conmilitones de Podemos se estornillan de la risa, dan dato alguno.

Por cierto, poca o ninguna gracia tiene esa campaña de promoción del último vomitorio pancomunista de Pablo Iglesias que simula una llamada al orondo del Orinoco, Nicolás Maduro, uno de los mayores sátrapas mamarrachos que gobiernan en esos lares. Puedo imaginar a cualquiera de los millones de refugiados, hartos de no poder comer, la cara que le pondrían a un mamasopas como Iglesias simulando gracietas con su patrono.

Pero si lo de Venezuela y su constante blanqueamiento por parte de gran parte de la izquierda española produce resquemor a cualquiera, el silencio o apagón informativo con lo de Cuba ya produce arcadas con esa izquierda y sus medios atados al pesebre obsesionados con Polonia, Hungría o con la España de hace 60 años, pero mirando hacia otro lado con lo que pasa actualmente en la isla.

La pasada semana se juzgó a 60 cubanos que fueron acusados por los delitos de sedición y participación en manifestaciones contra la recesión económica del país en el verano. Curioso. Buena parte de la izquierda española, incluso la apolillada independentista, sólo cacarea contra la sedición cuando les toca el bolsillo, pero sobre la de Cuba no abre la boca.

De todos los procesados la semana pasada, hay por lo menos cinco menores de edad, algunos de los cuales no superan los 16 años. Todos ellos forman parte de los más de 1.300 arrestados tras las manifestaciones del 11 de Julio que expusieron ante la opinión pública internacional la mayor reacción de descontento popular desde que los comunistas llegaran al poder en 1959.

Cualquier demócrata de bien sabe que las penas impuestas están dirigidas para disuadir y evitar otras movilizaciones de descontento. Una muestra más de que la administración Obama se equivocó al querer normalizar unas relaciones con un gobierno tirano que en lugar de dar muestras de liberalización, ha batido todos los récords de represión.

Por ello, y con la voz más alta que nunca, uno se pregunta dónde demonios se sitúa el Gobierno de España, ese gobierno socialcomunista de Sánchez que negó el pasado julio hasta tres veces que Cuba fuera una dictadura. Al final los españoles nos tuvimos que “conformar” con un “Cuba no es una democracia”, la frase salida de los efluvios gástricos de un presidente del Gobierno -Pedro Sánchez- que en lugar de haber liderado en Europa y buena parte del mundo occidental la lucha por las libertades en Cuba, se ha puesto de perfil y ha querido que el tema decayera con el transcurso del tiempo mientras se encendía un habano y no cedía una gota de compasión con la disidencia cubana.

Lo último en Opinión

Últimas noticias