‘Patriotas’ a 93.000 euros de sueldazo

‘Patriotas’ a 93.000 euros de sueldazo

Es cierto que los dirigentes separatistas han fanatizado a centenares de miles de catalanes que se han creído sinceramente lo de la estelada, la Republiqueta y el falso mantra de que los catalanes independentistas tienen una cultura superior frente a una España que consideran atrasada. Pero la única verdad es que lo del procés ha sido un «todo por la pasta». O, mejor dicho, un «todo por la pasta gansa». O si lo prefieren, un «todo por el botín».

De lo que se va a llevar la condenada por corrupción Laura Borràs, como ex presidenta de la cámara autonómica catalana está todo dicho. Si no se cambia la ley, y es dudoso que se le pueda aplicar si se modifica, se puede llevar en los próximos meses una compensación temporal por un montante total cercano a medio millón de euros. Y también podría cobrar, dado que hay dudas jurídicas por si el tiempo en el que estuvo suspendida –pero no cesada– como presidenta de la cámara cuenta, una pensión vitalicia de unos 90.000 euros a partir de los 65 años.

Pero se ha hablado menos de los 93.000 eurazos que se va a llevar cada año el golpista indultado Jordi Sánchez que acaba de ser fichado como director de Derechos Sociales de la oficina del Síndic de Greuges – el equivalente en Cataluña al Defensor del Pueblo –. Sin duda alguna, Jordi Sánchez se tomará su sueldo y su cargo-chollo como una obligación hacia el pueblo catalán que camina unido hacia la República. El dineral, más que un premio, es una carga más para este patriota desinteresado que lo ha dado todo por el sueño de una Cataluña independiente. No se rían, que muchos independentistas se toman estos chollazos como una forma de «construir la nación».

Y mientras todos los españoles les paguemos la fiesta, no van a faltar independentistas dispuestos a romper la unidad de España a noventa o cien mil euros anuales por su «dedicación exclusiva» a su causa. Los empresarios separatistas que llenan TV3 de programas en los que se insulta a policías, jueces y políticos de la oposición facturan fácilmente cuatro o cinco millones de euros anuales a la Generalitat. Ahí está el caso de Toni Soler. La nómina de graciosos secesionistas facturando miles y miles de euros cada año por expandir lemas tan deleznables como el «puta España» o incitando a la desafección contra nuestro país es cada día más grande, con ejemplos como Joel Díaz, Jair Domínguez, Peyu, Juliana Canet

Como Pedro Sánchez ha aceptado reunirse con un Quim Torra o un Pere Aragonès con emblemas amarillos en su solapa –que simbolizan que consideran que España es un país dictatorial con presos políticos– o Félix Bolaños ha aceptado que una consejera de la Generalitat le prohíba la entrada a la sede de la Generalitat si no dejaba su móvil en la entrada, los separatistas consideran que el Estado no existe en Cataluña y que pueden repartirse el dinero público como les dé la gana. Y así lo hacen, sin cortarse un pelo. No hay dinero para la Educación, que en Cataluña está a la cola de todas las comunidades autónomas, pero sí lo hay para los chollos de los sátrapas de la estelada y sus amiguetes. Lo dicho, el procés no acabará nunca mientras quede dinero público que saquear.

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