Espejismo estacional en el empleo

La estacionalidad derivada del inicio de la temporada de verano marca el comportamiento del mercado laboral en junio, dado que ese efecto temporal es el elemento que marca la bajada del paro y la subida de las afiliaciones.
Siempre es una buena noticia que baje el paro y suba el empleo, pero, desgraciadamente, se debe en su mayor parte a la estacionalidad y aun así no es uno de los mejores datos de un mes de junio.
Se nota así, por tanto, cierta desaceleración en el mercado laboral, pese a la temporada de verano, favorable al mismo, pues aunque baja el paro en 48.920 personas y sube el empleo 76.720 afiliados, los datos no son tan halagüeños al ponerlos en comparación con el mismo mes de otros años, especialmente los de afiliación en términos interanuales.
De esa forma, el paro baja en 48.920 personas en junio en intermensual, pero es el cuarto peor dato de un mes de junio de los últimos catorce años. Si, además, se desestacionaliza el dato, la bajada es sólo de 16.834 parados, un 34,4% de la bajada total, con lo que la bajada real es pequeña.
Por su parte, el paro interanual baja en 155.104 personas, siendo el quinto peor dato de un mes de junio de los últimos catorce años. Del mismo modo, el dato intermensual de afiliación a la Seguridad Social sube en 76.720 afiliados, con una pérdida de afiliación el último día del mes de 186.548 afiliados, pero, además, si se desestacionaliza la subida se queda sólo en 40.399, un 52,66% del total.
Por su parte, el dato interanual es el tercero peor de los últimos once años en un mes de junio. Adicionalmente, de esos afiliados interanuales creados, 68.800 son nuevos empleos públicos, no creados por la actividad económica productiva del mercado.
En cuanto a los contratos, sigue señalando un empleo poco estable, ya que más de la mitad (un 62,13%) de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos.
Por ello, no hay mucho que celebrar con estos datos que constituyen un espejismo. En lugar de querer aprobar reducciones de jornada que sólo puede provocar el cierre de empresas por no soportar el aumento de costes y de subir impuestos a los ciudadanos de manera confiscatoria, el Gobierno haría bien en flexibilizar el mercado laboral para que se incrementase el empleo de verdad, que no fuese un mero reparto, que es lo que sucede en la actualidad, más allá del espejismo provocado por el sueño de una noche de verano.