A otro perro con ese hueso, camaradas podemitas

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Podemos ya no sabe qué hacer para lograr que el interés y la preocupación de los españoles no gire en torno a la ley del sólo sí es sí y no hay día que pase sin que busque abrir un nuevo melón para desviar la atención. Lo que ocurre es que como son unos sectarios de tomo y lomo se han inventado una historia falsa que se les ha vuelto en contra.

Podemos lleva meses impulsando una campaña para culpabilizar a los cazadores del abandono y maltrato de los perros de caza, una estrategia consistente en cargarle a los cazadores el sambenito de maltratadores de animales. Una imagen que, a la vista de los datos que refleja Interior, no tiene base alguna. Con los últimos datos de tipologías penales de maltrato y abandono de animales domésticos -de todos, no sólo los de caza-, en el primer semestre de 2022 se registraron 24 casos. Menos, proporcionalmente, que los 56 de 2021, los 65 de 2019 o los 79 de 2018. Los 41 de 2020 corresponden al registro más bajo de la serie anual, aunque se trata de una cifra marcada por la pandemia, los estados de alarma y el confinamiento. Es decir, la formación morada ha promovido una campaña, falsa de la cruz a la raya, según la cual los cazadores españoles son una suerte de desalmados sin escrúpulos que en su ADN llevan el maltrato de los animales.

Es tal el delirio podemita que creen que pueden cambiar el curso de la actualidad -marcado por la rebaja de penas y puesta en libertad de los agresores sexuales a consecuencia de una ley ignominiosa- hablando, y mintiendo, sobre un supuesto abandono masivo de los perros de caza. Han perdido definitivamente el sentido de la realidad y hasta el Ministerio del Interior les ha dejado en evidencia. O sea, que el tiro -hablando de cazadores- les ha salido otra vez por la culata. A otro perro con ese hueso, camaradas.

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