Una negligencia mortal que no puede quedar impune

Una negligencia mortal que no puede quedar impune

Extremadura acaba de registrar la muerte de una mujer de 47 años, con PCR positiva, que no recibió asistencia hospitalaria pese a que su familia intentó desesperadamente durante ocho días que fuera ingresada. Durante ese tiempo, ningún médico la visitó y sólo fue atendida telefónicamente, pero para recomendarla que se pusiera en contacto con su centro de salud.

El 11 de septiembre, se le realiza una prueba PCR que da positiva. También su marido y uno de sus su hijos. Desde ese día, de forma reiterada, su familia alerta de que su estado se complica, con evidente síntomas de asfixia. Todas las llamadas fueron ignoradas.  El 19 de septiembre, cuando su estado de salud es crítico, deciden trasladarla al hospital Tierra de Barros, en Almendralejo (Badajoz), donde muere a los pocos minutos.

Estos son los hechos. Gravísimos. Lo ocurrido nos sitúa ante una posible negligencia mortal. La Junta de Extremadura tiene que abrir con carácter inmediato una investigación para depurar las eventuales responsabilidades cometidas por quienes no adoptaron, siendo advertidos, medida alguna. Detrás de las estadísticas oficiales hay una muerte que pudo haberse evitado y una familia rota que reclama justicia. El caso es sangrante, porque la mujer de 47 años fue, según denuncian sus allegados, literalmente abandonada. Al presidente extremeño, el socialista Guillermo Fernández Vara, corresponde impulsar las medidas necesarias para esclarecer hasta el último detalle de lo ocurrido.

Una mujer con PCR positivo no recibió seguimiento alguno pese a que sus familiares intentaron durante ocho largos días que alguien le prestara atención. Nada justifica lo ocurrido: ni siquiera el colapso del centro de salud. La atención primaria en Extremadura estará desbordada, pero ocho días son demasiados para que ningún sanitario atendiera la petición de auxilio de una familia que ahora se plantea acudir a los tribunales.

La consejería de Sanidad del Gobierno extremeño no puede ponerse de canto, sino dar un paso al frente y asumir que lo ocurrido es el resultado de una negligencia mortal que no puede quedar impune.

Lo último en Opinión

Últimas noticias