Lo de Cataluña no es ninguna broma
El discurso del presidente mundial de Siemens AG, Joe Kaeser, deja claro que el golpe de Estado en Cataluña es un problema a nivel global. No hay bromas que valgan cuando el máximo representante de un gigante empresarial como éste da la voz de alarma. Siemens cuenta con 405.000 empleados en todo el mundo y factura 116.000 millones de euros al año. Bien es cierto que el discurso se produjo en noviembre, en el punto alto de la vorágine golpista. Ahora el contexto está mucho más tranquilo gracias a la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno. No obstante, no deja de ser sintomático que Kaeser colocara la crisis en Cataluña justo detrás de la situación que se vive en la dictadura de Corea del Norte. No es para menos. La sinrazón separatista ha provocado la fuga de 3.208 empresas que se han visto obligadas a abandonar la región debido a la inseguridad jurídica.
Una realidad muy perniciosa a todos los niveles. Desde el punto de vista económico incide de manera negativa en la creación de puestos de trabajo —en Cataluña se han dado cifras mensuales iguales a las de la crisis— y también en las inversiones internacionales. Ante este panorama, y con voces tan críticas como las de Joe Kaeser, ninguna gran empresa o corporación se arriesgaría a invertir en una comunidad autónoma así. Afortunadamente, el Gobierno intervino y mitigó la coyuntura. Sin embargo, de haber perseverado, los catalanes habrían pagado las consecuencias económicas de esta concatenación de dislates. Un drama que podría haberse extendido al resto de España.
Por otra parte, desde un punto de vista social la inestabilidad es tal que incide en el desarrollo habitual de las personas en un Estado de Derecho de plenas garantías. Antes de que el Ejecutivo activara el 155 e intensificara la vigilancia, la persecución a los ciudadanos constitucionalistas era casi diaria. Un caldo de cultivo que, desde luego, tampoco anima la inversión. Las palabras de Kaeser tienen mucha importancia, ya que dan una idea de lo que puede pensar el mundo sobre nosotros. Es importante seguir trabajando para que un grupo de pirómanos de la política no vuelva a poner en jaque a todo un país.