Junts se frota las manos con el batacazo de Sánchez en Galicia

Junts Sánchez

La lectura que Junts ha hecho de las elecciones gallegas -y eso que el PSOE insiste en que los resultados no son extrapolables- tiene una clave indefectiblemente nacional. Tanto que en el cuartel general de Puigdemont en Waterloo tienen claro que es momento de aprovechar la debilidad extrema de Pedro Sánchez para hacerse fuertes en su exigencia de que la Ley de Amnistía contemple todos los supuestos -o sea, que sea de amplio espectro-. Tienen claro que el batacazo en Galicia coloca al PSOE ante la tesitura de ceder o convocar elecciones, pero ni por asomo ellos van a rebajar el listón de sus exigencias. Y es que están convencidos de que el problema lo tiene Pedro Sánchez y ellos no van a ser, en ningún caso, la tabla de salvación del presidente. El último órdago que le lanzó el PSOE a Junts es que si no colaboraban la única salida sería la de volver a las urnas, pero ese escenario no les inquieta y le han devuelto la pelota. O Sánchez pasa por el aro o lo de las elecciones ya no será una amenaza socialista, sino una consecuencia inevitable.

Estas semanas serán claves, porque Junts le va a dejar claro al PSOE que si no acepta ampliar la amnistía la suerte de la legislatura estará echada. En resumidas cuentas, que los de Puigdemont entienden que quien más tiene que perder es Pedro Sánchez. Ha dicho el PSOE -en un supremo ejercicio de hipocresía- que lo ocurrido en Galicia no admite lecturas nacionales, pero el socialismo ya había colocado a Núñez Feijóo en la puerta de salida si el PP no lograba la mayoría absoluta, dándole a los comicios de Galicia una dimensión nacional. Pues claro que los resultados gallegos tienen una lectura nacional. Tanto que hasta el mismísimo Puigdemont ha entendido que es el momento de decirle a Pedro Sánchez que todo (amnistía completa) o nada (o sea, que su apoyo se acabó).

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