Iglesias y sus juegos de tronos

Iglesias y sus juegos de tronos

Exigirle coherencia a un animal salvaje como Pablo hiena Iglesias resulta cosa imposible. Al bicho que pasa de la nobleza, le pregunto: ¿No habría sido más lógico, antes que montar una cacerolada contra el monarca, dimitir del cargo de vicepresidente de un Gobierno de la Monarquía? ¿Olvidas el estúpido día en que, con tu sonrisa de hiena, le regalaste al rey la 1ª serie de “Juego de tronos”? ¿A qué viene que insistas y le brindes a S.M. la 2ª entrega en formato de algarada? ¿Es otra argucia para mantener a tu subdivida “podemia”, unida? Desde que medras en el poder disimulando el nuevo rico que eres, no sabes cómo transmitir aquel resentimiento de revolucionario de mercadillo que fuiste. Tu odio convincente que seducía a tribus incultas, hoy no es sino el ladrido de un perro castrado que, como no sabe morder, se dedica a jugar a hacer el idiota.

La hiena ya no da el pego pues a nadie ya engaña. Tampoco resulta coherente que su mentor en el Gobierno, el presidente Sánchez, no la haya destituido ipso facto. Será porque son amigos de saltarse las reglas. Ambos tuvieron familiares infectados en casa y no dudaron en desplegar su soberbia saltándose a la comba el confinamiento que a todos los demás nos exigen. No hay nada mejor que pactar con quien te quita el sueño, no cesarlo y seguir durmiendo a pierna suelta. Cría cuervos y tendrás muchos. ¿A qué espera el bello cisne para cargarse a este carroñero, seguirá tolerando que un lumpen de mierda ponga en solfa al rey y se juegue el trono en una partida de dados bolivariana, o sea, comunista? ¿Sánchez continúa grogui o ya está completamente sonado? ¿Ninguno de sus mil lúcidos asesores se ha atrevido a alertarle de que Iglesias pretende ocupar su lecho en Moncloa pues Villa Tinaja se le ha quedado pequeña?

Todavía les une un lazo inquebrantable, la total falta de credibilidad en todas las informaciones que transmiten. Mentir tanto como ellos, es difícil de igualar. Eso hace buenos socios. Dostoyevsky, a través de su personaje Shigalov, escribió en Los Poseídos: “Partiendo de la libertad ilimitada, se llega fácilmente al despotismo sin límites”. Un par de necios muy necios, dos ineptos de manual, que no saben ni jugar al mus, se están jugando a la chica nuestra salud y, de paso, nuestro futuro económico y social. Estamos en manos de tramposos que marcan las cartas, de estafadores de bajo nivel. Esperemos que el puto coronavirus, que a tanta buena gente mata y que no podemos remediar, al fin sirva para noquear, a pesar de los miles de muertos, a un Gobierno diabólico. O el cisne y la hiena jurarán que son rectos gobernantes.

Mientras Sánchez e Iglesias sigan traicionándose, habrá esperanza… Ojalá que Trump acabe con Maduro y la primavera con otros virus que propagan las hienas.

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