Hila convierte el castellano en una lengua muerta

Hila convierte el castellano en una lengua muerta
Hila convierte el castellano en una lengua muerta

Atrapado por la soga en el cuello por la que le tiene sometido Més, que condiciona su apoyo al Pacte municipal a que se le den luz verde a todos sus desvaríos nacionalistas, el alcalde Hila ha dado un paso más hacia el surrealismo erradicando el castellano de la agenda municipal de actividades del Ayuntamiento de Palma. Por lo que se ve, para el alcalde socialista lo que hablan millones de personas en todo el mundo debe ser una lengua muerta, a la altura del latín, del griego clásico o del arameo.

El surrealismo es ya delirante. A partir de ahora todos los eventos programados son exclusivamente de promoción del catalán, a fin de contentar a sus socios soberanistas de Esquerra Nacionalista de Catalunya -también conocidos por aquí como Més per Mallorca-. Eso incluye, sin ir más lejos, que los itinerarios monumentales por la Palma romana serán exclusivamente para catalanoparlantes, lo que de manera automática ya impide que los turistas tengan la oportunidad de aprender algo sobre la historia de la ciudad ya que, aunque sea algo que no conciben los ecosoberanistas de Més, entre las prioridades de los visitantes ingleses, alemanes, franceses o italianos no está la de aprender catalán cuando acuden de visita a la isla. Es tan alucinante como imaginarse que uno a visitar la catedral de Colonia y el único servicio de lenguaje disponible es el alemán. Provincianismo en estado puro.

Lo realmente preocupante es que Palma se acerca a pasos agigantados a lo que es hoy en día la Barcelona de Ada Colau. Seis años de socialismo han convertido una ciudad que en su día fue elegida internacionalmente como el destino ideal en un foco de inseguridad, suciedad y pobreza que cada día alcanza nuevas cotas. La última, la supresión del castellano de la agenda municipal de actividades. A partir de ahora todo lo que se haga en Palma será sólo accesible para aquellos que hablen o entiendan el catalán, aunque eso signifique perder turistas, aunque eso signifique dejar de transmitir la historia de la ciudad. Todo vale para contentar a los fanáticos nacionalistas de Més.

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