Hay que ser muy miserable para compararse con las víctimas del Holocausto
Sólo una persona como Pablo Iglesias sería capaz de compararse con los judíos de la Alemania nazi para erigirse en víctima de una falsa campaña promovida por ese enemigo imaginario que se ha inventado el socialcomunismo y que llaman «fascismo» sin ningún matiz. Si Iglesias no fuera un arrogante sin escrúpulos se daría cuenta de que la comparación es odiosa, pero como su vanidad le impide reconocer el error, habrá que convencerle con argumentos de que lo ha hecho es banalizar el sufrimiento de un pueblo que fue víctima de un exterminio abyecto y miserable. No será OKDIARIO quien mida el grado de sufrimiento del dirigente podemita, pero si se arroga la condición de víctima al menos debería tener la dignidad y la vergüenza de ponerse en el pellejo de quienes sufrieron en sus carnes el terror. Y no hace falta remontarse a la Alemania nazi para establecer una comparación tan abyecta. Para víctimas del terrorismo, las casi mil personas y sus familias que sufrieron en sus carnes el terror de una banda de asesinos. Si quiere saber qué se siente, que les pregunte a ellas. No lo hará, porque está más cerca de Arnaldo Otegi y de quienes practicaron durante décadas la violencia.
El dirigente podemita se siente señalado por Vox y sus simpatizantes como les pasaba a los judíos cuando eran representados «como ratas» mediante carteles en la Alemania de Adolf Hitler. Hace falta ser miserable. Que lo diga él, que llegó a fletar un autobús con la cara de los dirigentes del PP acusándoles de corruptos y va señalando a periodistas, es el colmo de la hipocresía.
«Van a provocar, van a tratar de generar de situaciones de violencia, van a insultar sin ningún tipo de pudor. Ayer volvían a copiar un cartel de la Alemania nazi, los carteles de la Alemania nazi representaban a los judíos como ratas. Es lo mismo que hacen conmigo, la deshumanización. A una rata se la puede pisotear, se le puede pegar un tiro en la cabeza». Las palabras, entrecomilladas, de Iglesias revelan hasta qué punto la deshumanización de la que habla es una de sus señas de identidad. Para deshumanización, la tuya, Pablo. Porque compararte con los judíos de la Alemania nazi revela de qué pasta moral estás hecho.