Guerra en toda regla

Guerra en toda regla

Lo que le faltaba al Gobierno: la baja laboral de tres días por menstruación dolorosa ha desatado una guerra en toda regla -nunca mejor dicho- entre Nadia Calviño y Yolanda Díaz, las dos vicepresidentas del Gobierno. El asunto demuestra hasta qué punto las dos facciones del Ejecutivo han hecho de la confrontación algo recurrente y cualquier tema es utilizado por ambos bloques para desatar un escenario de fuego cruzado. Esta vez se pegan por ver quién es más feminista. Calviño dice que la baja laboral por menstruación estigmatiza a las mujeres y Díaz dice que lo que estigmatiza a las mujeres es «no tener la sensibilidad suficiente» para comprender que son «diferentes de los hombres». Apasionante.

Con la que está cayendo en este país, la enésima batalla en el seno del Ejecutivo revela hasta qué punto son incapaces de gestionar y afrontar los problemas de España y de los españoles. No hay día que no se pierdan en peleas estériles, de auténtico patio de colegio. Enfangados en temas menores, son incapaces de ponerse a trabajar para resolver las grandes y graves cuestiones nacionales. Todo es de una ridícula vacuidad y el cruce dialéctico entre las dos vicepresidentas demuestra hasta qué punto quienes nos gobiernan se han olvidado de lo importante para tirarse de los pelos públicamente en un cutre y deprimente espectáculo. Terciar en la polémica sobre quién tiene razón, si Calviño o Díaz, sería perder el tiempo. El asunto no da para mucho, salvo que se quiera ser cómplice de esta mamarrachada que es la quintaesencia de la estupidez.

Lo cierto es que cualquier tema es utilizado por los dos bandos del Gobierno para exhibir sus diferencias. Están eso: en un permanente cruce de reproches que ya resulta insufrible. Y lo peor es que, condenados ambos a apurar la legislatura por la cuenta que les tiene, el tiempo que todavía queda por delante se nos va a hacer eterno.

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