La Fiscalía reacciona tarde tras la noticia de OKDIARIO para no quedar en evidencia
Con casi un año de tardanza con respecto a la justicia helvética, la Fiscalía española ha decidido iniciar actuaciones a raíz de las informaciones desveladas por OKDIARIO. Lo que por entonces anunciamos, y luego hemos continuado ampliando desde aquel primer día, siempre en exclusiva, ha sido el entramado de testaferros que el Rey Juan Carlos I presuntamente urdió en el extranjero para blanquear el dinero obtenido con su cobro de comisiones ilegales.
Dado que Corinna Sayn-Wittgenstein reside en Londres, la fiscalía anticorrupción española, con Alejandro Luzón al frente, ha solicitado al organismo antifraude británico, el Serious Fraud Office (SFO), iniciar interrogatorios a la princesa alemana con el objeto de aclarar el pago de comisiones ilegales en la construcción del AVE a La Meca. Corinna, en un comunicado hecho público por su abogado, afirma estar “encantada” de cooperar con las autoridades españolas para que el asunto “pueda ser ventilado ante los tribunales”. Corinna, eso sí, precisa que en ese acuerdo de La Meca ella en concreto no participó. La comisionista en dicha operación, tal y como ha revelado OKDIARIO, fue Zanganeh, la esposa del traficante de armas Adnan Kashogui. El monto de la operación ascendió a 100 millones de euros y parte de la mordida fue presuntamente repartida con Don Juan Carlos.
En cualquier caso, saludamos la iniciativa de la fiscalía anticorrupción española y confiamos en que sea el primer paso de los muchos que todavía se tienen que dar para dilucidar si en este asunto podría haber, o no, consecuencias penales. Del mismo modo que se ha llamado a testificar a Corinna Sayn-Wittgenstein a raíz de las revelaciones aportadas por OKDIARIO, convendría solicitar el interrogatorio de Arturo Fasana, Dante Canonica y Álvaro de Orléans, los tres presuntos testaferros de Juan Carlos I que ya han comparecido ante el fiscal helvético. En cuanto a Don Juan Carlos, el emérito goza de la inmunidad que le otorga la Constitución durante el ejercicio de su cargo de Jefe de Estado. Pero si con posterioridad a su abdicación se ha visto implicado, de forma directa o indirecta, en el movimiento de capitales en el extranjero obtenidos de forma fraudulenta –hecho constitutivo de delito–, lo lógico sería llamarlo a declarar. Vivimos en una democracia madura, plenamente integrada en Europa. Las turbiedades, y no el imperio de la ley, son lo que debilita nuestro Estado de Derecho y la confianza de los ciudadanos en las instituciones.