Esto sólo lo arregla la cabra de la Legión
Los C´s de Arrimadas y Rivera han sumado más votos y escaños que cualquier otro partido en las elecciones de Cataluña. Gracias a ellos, 1.100.000 catalanes todavía pueden sentirse españoles en una región donde la xenofobia campa a sus anchas. Por fortuna, existen mujeres con la suave bravura de Inés y hombres de la talla política de Albert en el nordeste de la península, esa zona empecinada en rehabilitar el infierno. El voto de castigo al bipartidismo —del monolítico Rajoy y bailón Icetatón— precipitará a los incansables golpistas de siempre a otra depresión económica de la que jamás saldrán.
La corrida de Navidad cuenta con sobreros de lujo. Iceta, que se veía como nuevo virrey del 3%, al no poder reencarnarse en Ali-Pujol, se verá obligado a mendigar los millones de € que disfruta su apellido. Por otro lado, el colt calibre 155 de Mariano, ya derretido el cañón, imita a la fregona Puigdemont y, con tal de no dar la cara después de su fracaso apoteósico en el 21-D, recuerda al que se fugó a Bruselas. Tantos son los cobardes de las eyecciones catalanas que no hay por donde cogerlos. Sólo queda la ilusión de que el ex president ponga un pie en España para que lo metan entre barrotes.
No se admiten apuestas acerca de la fecha de detención del fugado. Pero, sin duda, le llegará la hora, como a cualquier reo de sedición. Dios quiera que sea antes que la Legión, con la cabra al frente, se vea obligada a marchar sobre Cataluña. La cabra es muy importante, por ser el único animal capaz de entenderse con ese lote de zumbaós y demás asilvestrados que no paran de insultar a los españoles y a su Rey desde la cloaca belga. La fregona Puigdemont y sus secuaces, si tienen arrestos, como ha demostrado tenerlos Pantagruel Junqueras, deberían hacer autostop y charlar con la cabra.
No estaría de más que una vez por todas las Cortes le metieran mano a las leyes electorales autonómicas y mandaran a freír espárragos el tan injusto sistema d´Hont, inventado por un belga muy retorcido. Un voto es un voto y lo demás son ganas de estafar al elector. Nada de chanchullos entre catalufos, de eyecciones postelectorales. El que gana, merece gobernar. Que se lo pregunten a Arrimadas y Rivera, que tras barrer a sus oponentes han de consolarse con sus sueños.