Los embustes del candidato Puigdemont

Los embustes del candidato Puigdemont

«Perquè torni el president, s’ha de votar el president» -para que vuelva el presidente se debe votar al presidente-. Éste fue el eslogan del vídeo con el que Junts per Catalunya engañó a los catalanes hace poco más de un año, prometiéndoles que el fugado de la justicia Carles Puigdemont volvería a España para ser investido de nuevo presidente de la Generalidad de Cataluña, en el caso de ser el más votado en las elecciones autonómicas que se celebraron el 21 de diciembre de 2017. En el vídeo se veía al prófugo paseando por un bosque belga mientras una voz en off recordaba a los golpistas encarcelados y a los que, como él, habían huido de la justicia, tanto de su partido como de ERC, contra quienes competían electoralmente. El engaño funcionó y con esta mentira Puigdemont consiguió dar más pena que el encarcelado Oriol Junqueras.

Que no iba a volver lo sabíamos todos, excepto los 948.233 pardillos que decidieron tragarse la bola y votarlo para nada. Su escaño sigue tan vacío como los de sus compañeros de candidatura encerrados en prisión preventiva, Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull quienes, como Puigdemont, decidieron además no nombrar un diputado que los sustituya -como sí hicieron los políticos de ERC Junqueras y Romeva- dejando al Parlamento de Cataluña sin capacidad para aprobar nada. Y lo mismo que sabíamos entonces que Puigdemont estaba mintiendo también lo sabemos ahora cuando de nuevo promete que regresará a España si resulta elegido Eurodiputado gracias a que la inmunidad e inviolabilidad parlamentaria le permitiría moverse por todos los Estados miembros de la UE desde el mismo momento en que se proclamase su elección, incluso antes de recoger el acta, motivo por el que no podría ser detenido, dice.

Pero es otra mentira, por todos es sabido que la inmunidad en la Eurocámara  es de aplicación exclusivamente “por actividades cometidas durante su mandato como eurodiputado.” En concreto, la inmunidad en Europa se refiere a que “los diputados al Parlamento Europeo no pueden ser investigados, detenidos ni procesados por las opiniones expresadas o los votos por ellos emitidos en calidad de diputados al Parlamento Europeo”. Exclusivamente en ese caso no podrían ser detenidos ni procesados en su territorio nacional. Sin embargo, se añade: “La inmunidad no puede invocarse en caso de que un diputado haya cometido un delito o las autoridades judiciales competentes alberguen sospechas al respecto”. Por este motivo los servicios jurídicos de la Eurocámara ya han confirmado que Puigdemont podría ser detenido en cuanto cruzase la frontera para cumplir con el requisito de acudir a Madrid para jurar o prometer el cargo y ser incluido en la lista de eurodiputados que las autoridades españolas comunicarán al Parlamento Europeo.

Puigdemont no volverá a España, luego no será eurodiputado. No le importa en absoluto que los intereses de sus votantes queden sin voz en el Parlamento Europeo, sólo quiere dar titulares a la prensa internacional y burlarse de las instituciones españolas. Nuestra legislación es clara, mientras siga fugado en rebeldía no podrá ostentar ningún cargo público, pero la fiscalía, en dependencia jerárquica de Pedro Sánchez, se ha posicionado a favor de que se le permita ser candidato, lo que ha condicionado una muy discutible decisión de los tribunales de justicia. Igual que Rajoy le dejó fugarse y acató sin rubor las afrentas de los juzgados belgas y alemanes, Sánchez permite ahora que un golpista prófugo se presente como candidato para representar a España en el Parlamento Europeo y así seguir haciendo propaganda contra nosotros en las instituciones europeas, subvencionando su campaña electoral con nuestros impuestos, a cambio de sus votos en el Congreso de los Diputados.

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