¡Desokupa manda!

Desokupa

Daniel Esteve Martínez nació en Barcelona en 1970, es empresario, tiene dos carreras universitarias y habla cinco idiomas. Estudió Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y además tiene el título de Vigilante de Seguridad. También tiene licencia de armas, ha sido boxeador profesional en la categoría de pesos pesados, es cinturón negro de kickboxing, experto en lucha contra cuchillo y ha sido guardaespaldas y director de seguridad de varias empresas. Fundó su actual negocio, Desokupa, en el año 2016 y desde entonces ha «llevado a cabo más de 7.000 desokupaciones con éxito» siendo «la única empresa del sector recomendada por los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado», según anuncia en su página web. En su canal de Youtube, llamado Desokupa TV, tiene más de 117.000 suscriptores y ha subido vídeos que cuentan con casi millón y medio de visualizaciones. La semana pasada fue capaz de reunir a más de 15.000 manifestantes para protestar contra los violentos okupas de los edificios de El Kubo y La Ruina, en el barcelonés barrio de La Bonanova.

En esta última convocatoria los de Dani Esteve se vieron rodeados por miles de vecinos hartos de una situación que crea graves problemas de orden público por culpa de políticos como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que consienten y promocionan este tipo de delincuencia en su ciudad. Pero en la inmensa mayoría de los casos sus métodos de desalojo son muchísimo más discretos. Él explica que su plantilla está formada por 47 personas, entre abogados, procuradores, mediadores, etc. Cuando los okupas son «una familia con niños, una embarazada o simplemente personas que nosotros sabemos que okupan por necesidad, negociamos con ellos o les reubicamos», ayudándoles a conseguir una vivienda con alquiler social. Pero cuando se encuentran con las mafias de la okupación, que les exigen cantidades desorbitas para irse, o con delincuentes violentos con los que no se puede dialogar, ponen en marcha sus «controles de acceso» y es cuando aparecen los empleados «con pinta de boxeadores».

Un control de acceso es un dispositivo montado en la puerta de acceso a la vivienda okupada con el que se consigue que «cuando el okupa abandona la propiedad, ya no puede volver a entrar». Daniel recomienda a los propietarios de viviendas okupadas que contacten con ellos antes de iniciar un procedimiento judicial, ya que en ese caso son mucho más rápidos porque «si denuncias, como ya estás siguiendo un cauce legal, tú no puedes entrar de nuevo en tu casa, ya que estás allanando la morada del okupa». Evidentemente, estos métodos de negociación, búsqueda de alquileres sociales para los okupas y presión, difieren bastante de los procedimientos que pueden seguir los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, sobre todo cuando los dirigen políticos de partidos que promueven normas como la recientemente presentada por Bildu Ley de Vivienda, pensada para defender y proteger a los okupas en contra de los propietarios.

Por todos estos motivos, Dani se ha puesto en el centro de la diana y la extrema izquierda quiere utilizarlo para su campaña electoral. La amiguita de universidad de Irene Montero y sólo por eso ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha dicho que «se está creando un problema de seguridad ciudadana con empresas como Desokupa» que son un «un problema democrático grave» porque, según ella «son el germen de un comando parapolicial y esta fuerza política no va a permitir, que haya gente que se lucre en este país, extendiendo el odio al vulnerable», por lo que ha anunciado que su partido va a registrar una ley para perseguirles penalmente, creando un nuevo tipo penal que permitiría la disolución de organizaciones como Desokupa e imponiendo penas de hasta cuatro años de prisión a sus miembros. Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha convertido a la Ciudad Condal en la ciudad más insegura de España y en un nido de okupas violentos, ha anunciado que su Ayuntamiento ha denunciado ante la Fiscalía de Delitos de Odio la incitación al odio y los «cánticos nazis» que ella dice que hubo en la manifestación de vecinos de la semana pasada de la plaza Bonanova.

Gracias a Pedro Sánchez nos gobiernan los amigos de etarras, violadores y delincuentes y se sientan en el Consejo de Ministros los que legislan para beneficiar a sus amigos delincuentes violentos, para sacar de la cárcel a los violadores y a los etarras y para perjudicar a los pacíficos ciudadanos. Dani Esteve ayuda al jubilado que no puede pagar su residencia porque unos okupas le impiden cobrar el alquiler de la vivienda que constituye todos los ahorros de su vida, mientras Ione Belarra y Ada Colau ayudan al violador, al etarra, al delincuente y al okupa violento. No se puede estar en medio, yo lo tengo claro, siempre con Dani. ¡Desokupa manda!

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