Consumado: autodeterminación y punto
Hace cinco semanas en este Palo Alto el autor apostaba triple contra sencillo a que todos los esfuerzos -antiéticos y antiestéticos- de Pedro Sánchez por colocar a un ex ministro y una ex empleada monclovita en el Tribunal Constitucional tenía todo que ver con el referéndum de autodeterminación (llámese como se quiera), que tiene pactado con los independentistas catalanes. En el momento de escribir este post, a nadie le queda ya duda alguna al respecto. Es decir, pone en almoneda la nación/estado más antigua del mundo. Sin importarle una breva que de esa manera produzca una crisis brutal, no sólo para la sociedad española y el mantenimiento de su Estado, sino también para el conjunto de toda la Unión Europea, que, sospechosamente, está muda ante lo que perpetra el primer ministro español.
Resulta también vergonzoso y sumamente ilustrativo para los historiadores del futuro que sean los secesionistas catalanes los que le ponen deberes al presidente del Gobierno, la misma persona que al tomar posesión de su cargo hace cuatro años juró defender el país y su ordenamiento legal. Que un tal Rufián presuma de mucha influencia ante Sánchez; que Junqueras se permita el lujo de marcar el paso al jefe del Ejecutivo, y encima presuma de ello, son muestras claras de la deriva que comento y que, sin duda, tendrá su traslación fáctica en el nuevo ordenamiento que se perpetra entre oscuridades.
Me malicio que Sánchez -el gran culpable de todo esto, porque al fin y al cabo los separadores ofician de lo suyo- no tiene ni puñetera idea de que está tocando la médula de una sociedad que mayoritariamente se siente española. Cierto es que no lo demuestra y que asiste impávida a una serie de hechos consumados que se le ofrecen desde el poder. Hechos consumados. El predio en el que mejor deambula ese ínfimo gobernante con ínfulas de pasar a la Historia. ¡Naturalmente que pasará a la Historia! Me temo que no en la dirección que él apunta, esto es, por haber cambiado de tumba a una momia que murió hace medio siglo. Así están las cosas, queridos amigos. Habrá un nuevo hecho consumado: referéndum de autodeterminación y el que venga atrás que arree.