La Benemérita y la teoría del salami

Guardia Civil salami

El PSC cuenta con el apoyo del separatismo para tener el poder en la Generalitat, en las diputaciones y en un buen número de ayuntamientos porque puede hacer, más rápido y mejor, lo que tanto anhela el tribalismo nacionalista: eliminar de Cataluña cualquier rastro del Estado español. Un ejemplo: ni ERC, ni la CUP, ni Junts han conseguido hasta la fecha cerrar la Jefatura de la Policía Nacional en Vía Layetana, en Barcelona.

Y es que esta comisaría es el gran símbolo de la Resistencia al golpe de Estado del 1 de octubre y de la lucha contra los vándalos secesionistas que arrasaron el centro de la capital catalana en otoño de 2019, tras la sentencia condenatoria del Supremo contra los líderes del procés. Pero el PSC ya ha exigido al PSOE, mediante el consejero de Justicia de la Generalitat, que esta comisaría se redefina como un centro de memoria histórica. De momento, Marlaska dice que no. Cuando Illa se lo pida un par de veces más, el Gobierno acabará reconvirtiéndola en un museo dedicado a las chekas de ERC, como elemento reeducador necesario y a imitar.

Gracias a los socialistas el Estado se pone de perfil ante cualquier abuso separatista. No solo no se cumplen las sentencias judiciales del mínimo de 25 % de asignaturas en español en la escuela catalana, sino que además hay centenares de ayuntamientos – muchos de ellos gobernados por el sector más separatista del PSC – que no respetan las leyes, y ni cuelgan la bandera nacional en la fachada del ayuntamiento, ni tienen el retrato de Felipe VI en la sala de plenos.

Y con la Guardia Civil en Cataluña estamos viviendo una nueva reedición de la teoría del salami. Poco a poco le van quitando competencias, rodaja a rodaja, hasta que solo quede el cordel. Hace unos días alguien filtró a La Vanguardia que Sánchez iba a ceder a los Mossos d’Esquadra las competencias de vigilancia en puertos y aeropuertos. El artículo destacaba la importancia de esta atribución que ganaría la policía autonómica y, se decía de pasada, que también se traspasaría la persecución de delitos en el medio natural, que hasta la fecha era una atribución del Seprona de la Guardia Civil.

Rápidamente Sánchez desmintió la mayor: no se cedería la vigilancia en puertos y aeropuertos. El comunicado que difundió la Delegación del Gobierno en Cataluña era rotundo en este tema. Del Seprona nada se decía y, efectivamente, en la reunión de la Junta de Seguridad de Cataluña de la semana pasada el Ministerio del Interior y el Govern acordaron que la persecución de los delitos en el medio natural se traspasaba a los Mossos y los Agentes Rurales de la Generalitat. Antes de seguir, si piensan que los Mossos son un cuerpo dominado por el separatismo no conocen a los Rurales. Un buen número de agentes de este cuerpo no se cortó un pelo a la hora de hacer vídeos propagandísticos, todos vestidos de uniforme, para apoyar el referéndum del 1 de octubre de 2017. Y Marlaska ha aceptado darle más competencias y recursos a un cuerpo lleno de fanáticos.

Lo del Seprona solo es un paso más. Tras la rodaja del medio ambiente veremos cómo en unos meses Sánchez le quitará el servicio marítimo a la Guardia Civil y se lo dará a los Mossos. De hecho, ya hace meses que la Generalitat está comprando embarcaciones para cuando llegue el traspaso. Y luego vendrá la vigilancia en puertos y aeropuertos. Y, por el camino, están consiguiendo que no quieran venir a Cataluña para cubrir las vacantes agentes de la Guardia Civil de otras partes de España. Las casas cuartel, que podrían ser un acicate para atraer efectivos del resto del país, son un auténtico desastre en Cataluña. Además, los agentes no se sienten arropados por las autoridades catalanas, ven con horror cómo sus hijos son sometidos a la inmersión obligatoria en catalán en las escuelas y los políticos separatistas les hacen la vida imposible. Así, poco a poco, el Estado va desapareciendo de Cataluña, hasta que no haga falta proclamar la República Catalana, porque la Generalitat será el único gobierno real existente en esta, de momento, región de España.

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