Atraco a parquímetro armado
Manuela Carmena comete un error si piensa que el bolsillo de los madrileños es un pozo sin fondo de donde se puede sacar y sacar sin que se agote el dinero y la paciencia. De concretarse en medida el globo sonda que este martes ha lanzado Inés Sabanés, los ciudadanos tendrían que abrir el monedero de par en par para poder pagar las horas extra de los parquímetros que la delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento quiere imponer durante los fines de semana y las noches en el distrito Centro. Curiosa paradoja la de los dirigentes de Ahora Madrid, que en sus inicios hicieron casus belli contra el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) y una vez en el poder tratan de valerse de ello para saciar así su sed recaudatoria. Una forma de continuar sangrando la economía de los que habitan o pasan por las zonas más populares de la capital de España y que además, como lógica consecuencia, tendrá otros damnificados: los comerciantes y restauradores.
Ambos sectores han sido maltratados por el equipo que rige en el Palacio de Comunicaciones. Restricciones en los horarios, requerimientos policiales de licencias en el propio establecimiento y sin previo aviso… Problemas constantes para unos ámbitos claves en el desarrollo económico de la capital de España. Ahora, y tras la idea de Sabanés, volverían a estar en la picota. A mayor gravamen por permanecer en las zonas del centro, menor consumo por parte de los transeúntes. Por mucho que desde el Consistorio traten de convencernos de que esto obedece a la «solicitud reiterada de los residentes» —siempre el recurso demagógico, indefinido e interesado de «la gente»— lo cierto es que este anuncio de intenciones tiene todos los visos de ser una nueva argucia para seguir esquilmando a los ciudadanos en general y a los conductores en particular.
Madrid no sólo se ha convertido en una ratonera sin salida para la circulación de los vehículos, además parece un campo minado de aranceles para aquéllos que osan conducirlos. Una ciudad que debería representar una referencia para el resto de la nación y en la que, sin embargo, cada día es más difícil vivir. No estaría de más que, como ha reclamado en innumerables ocasiones OKDIARIO, el PSOE hiciera un ejercicio de responsabilidad y retirara su apoyo a Manuela Carmena. El pasado mes de diciembre, los socialistas ya posibilitaron con su apoyo que esta marca blanca de Podemos subiera los impuestos en más de 220 millones de euros. De reconsiderar su postura, el Partido Socialista de la capital no sólo ganaría ante la opinión pública, sino que también contribuiría a mejorar la calidad de vida de todos los madrileños.