Aquí sólo respiran los amiguetes del Gobierno
¿Se acuerdan de la imagen del presidente del Gobierno, con mascarilla, visitando una empresa de Móstoles que iba a fabricar respiradores? Se trataba de Hersill, fabricante de material sanitario que iba a producir 100 unidades diarias de equipos de respiración asistida. Pues bien, el Ministerio de Sanidad, que dirige el socialista Salvador Illa, pagó 36 millones de euros por la compra de 5.000 respiradores a la empresa Escribano Mechanical and Engineering SL, mercantil de la que es consejero Miguel Ángel Panduro Panadero, quien durante ocho años fue consejero delegado de la empresa pública Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España SA (ISDEFE) –que depende del Ministerio de Defensa– por designación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
¿Y Hersill, qué pinta en todo esto?, se preguntarán ustedes. Muy sencillo: la fábrica de respiradores de Móstoles llega a un acuerdo con Escribano Mechanical and Engineering SL, que es quien se lleva el contrato con el Gobierno y paga a Hersill por sus servicios. O sea, que la visita de Sánchez a Móstoles en la que anunció a bombo y platillo el acuerdo para la fabricación de respiradores servía a los intereses políticos del Gobierno y a los intereses mercantiles de la empresa de la que es consejero delegado el antiguo cargo público de Zapatero. La pregunta es evidente. ¿Por qué no contrató el Gobierno directamente con la empresa de Móstoles fabricante de respiradores? Pues según el Ministerio de Industria porque la empresa de Móstoles tenía la patente de los respiradores pero no podía hacer frente al pedido sin ayuda de Escribano Mechanical and Engineering SL, que es quien se adjudica casualmente el contrato
El administrador único de Escribano Mechanical and Engineering SL, Javier Escribano Ruiz, firmó un contrato por valor de 36.054.007 euros con el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), que depende del ministro Salvador Illa. La adjudicación tuvo lugar el pasado 9 de abril, cuando España ya registraba 150.000 infectados y 15.000 muertos por el coronavirus. El objeto de dicho contrato fue el suministro de 5.000 equipos de respiracion pulmonar portátil, a un ritmo de 600 respiradores cada semana.
Dijo Sánchez durante su visita a Móstoles que una de las lecciones de esta crisis es que «hay que fortalecer» a las empresas. A la de los amigos, seguro.
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