Ame usted a un catalán
Porque no nos quieren demasiado. O por lo menos a esa conclusión llega el tal Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP) que se ha encargado del estudio. Una cosa muy triste. Los extremeños, mira por dónde, son de los que nos quieren menos. Luego van los andaluces y ya después los valencianos, gallegos y madrileños suben un poco la nota hasta un escuálido 45 en una escala de 0 a 100.
Cuando uno sabe de una encuesta “de un organismo independiente” se pone los guantes y utiliza las pinzas. Y más en Cataluña y con estos temas. Los botiflers somos criaturas desconfiadas. Hemos visto incluso un intento de golpe contra el estado. Para qué les vamos a decir más. Y un tipo de encuesta así, que en cualquier otro lugar tendría como objetivo buscar instrumentos para corregir una situación que nos perjudica, en esta Cataluña básicamente de ellos pensamos si no será la enésima intentona de victimizarnos y dar otra vez alas a esa “desafección” que se sacan de la manga cuando les peta.
Yo no me fío. Voy a la web y leo: “El Instituto Catalán Internacional para la Paz es una entidad pública e independiente, creada por el Parlament de Catalunya en el año 2007, con la finalidad de promover la cultura de la paz en la sociedad catalana y en el ámbito internacional, y hacer que Cataluña tenga un papel activo como agente de paz en el mundo.” ¿Independiente y creado por el Parlament de Cataluña? Eso no existe. Y que encima se venda como pensada para “promover la cultura de la paz en la sociedad catalana” mueve al descojone. ¿Desde el 2007? ¡Todo el procés desde entonces! Exitazo.
Estos son días de encuestas. Aunque el movimiento independentista no viva uno de sus momentos más burbujeantes, el lavado de cerebro de décadas y el gustito que les da a algunos desahogar su mala leche con un enemigo inventado ha dejado muchas neuronas planchadas. Así que en un estudio de esta semana, del Catalonia Global Institute, otro chiringo que paga usted, que se presenta como un “Centre d’anàlisi d’afers internacionals” y que tiene como objetivo “dotar a la sociedad catalana de pensamiento propio en la política global” se asegura que el 71,3% de los declarados secesionistas estaría dispuesto a apoyar actos de desobediencia que pudieran conducir a la independencia de Cataluña.
Pues no sé si este reservorio indepe, mas pertinaz que la sequía, no tendrá qué ver con la falta de cariño que nos manifiestan nuestros queridos vecinos, amigos y familiares del resto de España. Pero no se preocupe usted si no nos ama. Nosotros tampoco nos amamos demasiado entre nosotros. Y para que no decaiga, para mantener viva esa llama de asquito mutuo, el Govern se ha sacado de la chistera una nueva tocada de narices para que a los catalanes no secesionistas no se nos pueda olvidar de ninguna manera que violentaron nuestros lazos comunes y burlaron nuestra voluntad durante los lamentables días del otoño del 2017. Cada 14 de abril se conmemorará la proclamación de la República por parte de aquel iluminado de Francesc Macià en 1931 desde el balcón de la Plaza Sant Jaume.
Un regalito para estos ciudadanos tan democráticos que según la encuesta estarían dispuestos a volver a saltarse la ley y de paso hacernos daño otra vez a nosotros, sus conciudadanos. Un poco de alpiste del caro para que sigan en su delirio celebrando el ratillo de República de los abuelos. El Govern «tiene la voluntad», dicen, de mantener esta conmemoración «año a año». NI amor ni porras.