¿Cómo es el panda rojo?

El panda rojo es un habitante del bosque, de pelaje color rojizo. Estos osos pasan la mayor parte del día arriba de los árboles y se mueven de rama en rama con la ayuda de sus garras semi retráctiles. Al panda rojo, se lo puede encontrar en el Himalaya oriental y en lugares como China, Nepal y Bután. Estos pequeños mamíferos con colas largas esponjosas y con marcas rojas y blancas, desafortunadamente están sufriendo una alta pérdida de árboles de anidación y de fuentes de alimentación como el bambú, que está provocando una disminución de la población.

Datos sobre el panda rojo

Este pequeño oso comparte parte de su nombre con el famoso panda gigante blanco y negro, por algunas similitudes. Pero el nombre panda se usó por primera vez para referirse al panda rojo. Según datos del Zoológico de San Diego, este oso se descubrió 48 años antes de que se catalogara al panda gigante, en 1825 por el zoólogo Fréderic Cuvier. Lo describió como el animal más bello que había visto en su vida y lo llamó Ailurus fulgens, que cuyo significado es gato del color del fuego o brillante.

La denominación de panda podría derivar de un nombre nepalí, nigalya ponya, que puede haber significado “patas de bambú”. En un principio el panda rojo era considerado pariente de los mapaches, debido a sus parecidos físicos, como la cabeza, los dientes y la cola anillada. Estudios recientes se los ubica según estudios genéticos de ADN, en su propia familia Ailuridae. No tienen parientes vivos, ya que sus antepasados fósiles más cercanos vivieron hace casi cuatro millones de años.

Algunos rasgos peculiares

El panda rojo es similar en tamaño al gato doméstico común. Sus medidas son de 50 a 65 centímetros, de largo desde la cabeza hasta la grupa, y su cola agrega unas 25 o 50 centímetros más. Su peso es de aproximadamente de 6 a 9 kilos.

Este pequeño panda tiene una cabeza redonda y más bien grande, hocico corto, orejas grandes y puntiagudas. El color de su pelo es marrón rojizo, aunque su cara es en gran parte blanca con rastros de lágrimas rojizas, que se extienden desde sus ojos hasta las comisuras de la boca. Según estudios, estas marcas podrían ayudarlo a proteger sus ojos del sol.

Cuando trepan a los árboles su larga cola les da equilibrio y las garras les permite agarrarse fuertemente para subir de rama en rama hacia lo más alto, donde no solo tomarán sol, sino que también les permitirá estar alejados de sus depredadores.

Entre las características que comparte este panda con el panda gigante es un hueso de la muñeca modificado, que cumple la función de un dedo pulgar, con el que se ayuda para tomar el bambú cuando se está alimentando.

¿Cómo es su hábitat, su dieta y modo de vida?

Los pandas rojos viven en las montañas de Nepal, el centro de China y el norte de Myanmar. Se los puede ver también en bosques húmedos, lluviosos, de gran altitud y templados y también en bosques tropicales.

En su hábitat debe abundar el bambú, fundamental para su alimentación, ya que abarca entre el 85 y 95% de la dieta de estos osos. Del bambú aprovechan los brotes y las puntas de las hojas quitándoles los tallos, con la boca.

Completan su alimentación con raíces, pastos y frutos caídos. También pueden agregar huevos, insectos, aves y pequeños mamíferos, pero el preferido es el bambú. Los pandas rojos pueden digerir tan solo un 24% del bambú que consumen. Es por ello que necesitan comer del 20 al 30 % de su peso corporal, que sería aproximadamente de 2 a 4 libras de brotes y hojas de bambú por día.

Estos pequeños pandas son activos en cualquier momento del día. Llevan una vida solitaria, los machos son territoriales y utilizan para marcar su terreno el fuerte olor de sus glándulas olfativas con la base de la cola.  

Al igual que otros animales, los pandas rojos pueden desprender el olor cuando están asustados para defenderse de su depredador. Cuando esto no funciona, se paran sobre sus patas traseras y dan golpes con las garras de sus patas delanteras, golpeando de esta forma a su atacante.

Vida en un árbol

Como pasan gran parte de su vida encima de los árboles, cuando hace frío se envuelven en su vaporosa cola para mantener su cuerpo caliente, mientras duermen. Por eso cuando las temperaturas bajan fuertemente, ellos pueden mantenerse igual en las alturas de los árboles.

Al despertarse estos pandas se acicalan como gatos, pero a diferencia de los felinos, ellos se lamen las patas delanteras. Con ellas lavan solo su pelaje en lugar de darse un baño completo de lengua.

Estos pequeños pandas tienen sus crías entre la primavera y verano, después de un período de gestación de 114 a 115 días, aunque en algunos casos puede ser más corto, de tan solo 90 días y tan largo como 158 días. Las hembras son las que construyen las madrigueras en los huecos de los árboles, grietas o rocas.