Francia-Marruecos: un partido con historia
Un partido con historia, con mucha historia, el que medirá a Francia y Marruecos en las semifinales del Mundial de Qatar. Al Bayt será testigo de un momento único, ya que nunca antes un conjunto africano se había clasificado para las semifinales de una Copa del Mundo. Tres anteriormente lo intentaron, pero ninguna lo logró. Por otro lado, los galos, los grandes favoritos, buscan repetir presencia en otra final para igualar la gloria obtenida en Rusia 2018. Los de Deschamps buscan hacer algo que no consigue una selección desde hace 24 años, que es volver a jugar una finalísima. La última que hizo fue Brasil, cuando disputó y ganó en Estados Unidos 1994 y perdió en 1998. También la jugaron en 2002 los cariocas, donde lograron la quinta estrella.
Francia es la gran favorita y hasta cuando no juega su mejor partido suele ganar. Así pasó ante Inglaterra en los cuartos de final. Durante varios minutos se vieron superados, pero terminaron ganando. Los franceses se impusieron (1-2) gracias a los tantos de Aurelien Tchouaméni, en la primera mitad, y de Olivier Giroud, después del empate de Harry Kane de penalti. El delantero inglés pudo volver a igualar desde los once metros en la recta final, pero erró, confirmando que la fortuna también estuvo del lado galo.
Francia espera que su poderoso ataque, liderado por Kylian Mbappé, sea suficiente para doblegar el muro marroquí, el mismo que ya ha dejado en el camino a España y Portugal. La estrella del PSG tendrá como fiel escudero a un omnipresente Griezmann, temporizador y creador del juego francés, en su versión más solidaria y comprometida con el grupo.
«Estamos en semifinales, ya es un buen Mundial. No hay secretos; se necesitan muchas cosas: la calidad de los jugadores, la fuerza colectiva, el estado de ánimo y aguantar un poco en los partidos para hacer que se inclinen de nuestro lado. Para mí, la palabra clave es adaptarse», analizó Deschamps en la previa de un duelo para el que no tiene ninguna baja, y podrá alinear a su mejor once, con hasta cuatro delanteros y la sujeción de Tchouaméni y Adrien Rabiot.
El sueño continúa
Marruecos se prepara para seguir con su bella historia en Qatar. Será la primera vez que ambas selecciones se midan en un partido oficial. El último precedente fue un amistoso en 2007 que terminó 2-2 en suelo francés. Ahora, los africanos tienen la oportunidad de hacer realidad su sueño mundialista y seguir derribando puertas, a sólo un encuentro de jugar su primera final en una Copa del Mundo.
«Queremos hacer historia y poner a África en la cima del mundo. Si nos conformáramos con estar en semifinales, mucha gente estaría de acuerdo, pero yo no», aseguró el seleccionador marroquí, Walid Regragui, artífice del productivo a la vez que correoso y sólido modelo que le convierten en el combinado revelación.
Este le funcionó ante España y mucho más ante Portugal, a la que sí consiguieron ganar (1-0) en los cuartos, con un testarazo de Youssef En-Nesyri. Un gol que convertía a Marruecos en la primera selección africana de la historia en acceder a las semifinales de un Mundial. Sus dos centrales titulares, Nayef Aguerd y Romain Saïss, son sus principales dudas, así como tampoco parece que Noussair Mazraoui no estará en el lateral izquierdo.
No obstante, solo han recibido un gol -en propia- en todo el torneo, por lo que la amenazante delantera francesa será un examen de mucho nivel. Regragui si contará con su fiel soldado Sofyan Amrabat como pivote, capaz de dominar grandes espacios con su poderío físico. La posible limitación técnica la suple el talentoso Azzedine Ounahi, en un ‘once’ en el que también estarán las balas Sofiane Boufal y Hakim Ziyech.