Luis Enrique vivió como jugador los años más álgidos de la España de la Furia. Ese concepto tuvo su culmen en dos cuartos de final en los Mundiales de 1994 y 2002 hasta que todo cambió con la llegada de Luis Aragonés y se implantó el estilo del tiki-taka para inaugurar la época más exitosa de la historia del fútbol español.

El seleccionador cuenta ahora con un grupo completamente renovado y ha evidenciado que el concepto del tiki-taka necesitaba una revisión tras los fracasos en los últimos grandes torneos. La aparición de jugadores jóvenes con un tremendo empuje han redefinido el concepto como el propio Luis Enrique ha admitido.

«Cuando yo era jugador, éramos la furia de España, y llegabas a un Mundial y decías: ‘pero, ¿dónde vamos con la Furia?’. Nosotros somos listos, somos pillos, y tenemos que jugar con nuestras armas. El balón al suelo y tenerlo lo más posible», dijo el técnico en su primer stream dejando claro que España vive una tercera era en su estilo de juego.

Dentro de esta selección de los pillos, el tótem del concepto lo representa Gavi. La irrupción del centrocampista en la pasada Final Four de la Liga de Naciones dejó un impacto sísmico en el equipo –especialmente en los veteranos– que todavía se deja sentir. Su intensidad, su hambre y su pillería calaron en un grupo que ha visto cómo el más joven se ha convertido en una figura clave para entender el estilo del equipo.

España jugará un estilo camaleónico consistente en tener el balón, pero sin que el brillo del juego sea lo más importante sino en rasear y controlar. Lo que más requiere Luis Enrique a su equipo es presionar alto, como un bloque, permaneciendo juntos y cuanto más alejados de su propia área mejor.

El seleccionador conoció un estilo completamente diferentes en sus años mozos. La España de la Furia era la del balón largo, la de la segunda jugada, la de la ganar choques y balones divididos. Esos tiempos han quedado como cosa algo totalmente descatalogado para lo que quiere ofrecer Luis Enrique. La España de los Pillos, la que aprovecha las debilidades de los rivales, la que presiona y la que tiene más hambre que nadie ha llegado para quedarse. Empieza una nueva era en este Mundial de Qatar.